¿Por qué habla mal?

La comunicación oral requiere que el sistema nervioso y el aparato fonatorio funcionen de forma adecuada.

También requiere un aprendizaje. Y hace falta contacto social, lo que llamamos socialización. Si el sistema nervioso y el aparato fonatorio están en perfecto estado y no hay contacto social, el lenguaje oral no se desarrollará, como ha pasado en los casos de niños “salvajes”.

Además para el desarrollo del lenguaje oral se precisa desarrollar ciertas habilidades lingüísticas.

¿Cuáles son las habilidades lingüísticas que se tienen que desarrollar?

Las más básicas serían: la percepción auditiva (para hablar, hay que oír), la comprensión lingüística (sin comprensión es difícil que haya lenguaje expresivo), la repetición vocal (tiene que ser capaz de repetir lo que oye) y la búsqueda de palabras (memoria).

A partir de estas será necesario desarrollar: la iniciación y la espontaneidad, la fluidez y la prosodia, la gramática, la sintaxis y el vocabulario.

¿Qué ocurre cuando las habilidades lingüistas no se desarrollan adecuadamente?

Cuando las habilidades lingüísticas no se desarrollan de la forma adecuada nos vamos a encontrar con lo que se denominan “trastornos de la comunicación” o “trastornos del lenguaje”, esto es, nos vamos a encontrar con niños que hablan mal.

¿Cuáles son los trastornos del lenguaje más frecuentes en la etapa escolar?

Se pueden clasificar de la siguiente forma:

1. Trastornos del habla:

• Dislalia. Defecto en la articulación de uno o más fonemas por un mal punto de articulación o modo de articulación sin lesión orgánica en el aparato fonatorio. Es muy frecuente hasta los 4 años de edad.
• Disglosia. La alteración o defecto en la articulación se produce por una anomalía, congénita o adquirida, en los órganos del habla (ej: fisura palatina).
• Disartria. La alteración en la articulación se produce por un problema neuromotor.

2. Perturbaciones del lenguaje:

• Retraso Simple del Lenguaje. Dificultades que afectan fundamentalmente a la expresión (dislalias múltiples, alteraciones fonológicas).
• Retrasos severos del lenguaje. Las dificultades afectan tanto a la expresión como a la comprensión. Serían los casos como las afasias, disfasias (trastorno específico del lenguaje) y aquellos casos que se producen en trastornos mentales graves como el autismo u otros.
• Otras perturbaciones como: los trastornos del lenguaje escrito (agrafia, disgrafia), trastornos del lenguaje leído (dislexia), trastornos del lenguaje matemático (acalculia), trastorno del lenguaje musical (amusia).

3. Alteraciones de la voz, que se producen en las rinolalias, disfonías o afonía.
4. Alteraciones en el ritmo del habla, este ocurre, por ejemplo, en las disfemias (tartamudez), que se caracterizan por una serie de tropiezos, bloqueos o repeticiones que producen una ruptura del ritmo del habla.

Como conclusión incidir que son varios los factores que pueden llevar a un niño a tener algún trastorno del lenguaje, como es, algún problema en el sistema fonatorio o en el sistema nervioso, pero la mayoría de los trastornos del lenguaje van a venir determinados por el desarrollo de las habilidades lingüísticas.

Por este motivo, es necesario trabajar desde muy temprana edad, incluso desde que el bebé está en el vientre de la madre, en desarrollar todas las habilidades relacionadas con el desarrollo del lenguaje y, asimismo, es muy importante detectar lo antes posible cualquier trastorno en este sentido para corregirlo bien desde el ámbito familiar, escolar o sanitario, dada la importancia que el lenguaje tiene en el desarrollo global.

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: