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Lo que debe saber sobre la Gripe A

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Fecha de publicación: 18-11-2014

Publicado en INFECCIONES.

Fecha: 18-11-2014

 

¿Qué es la gripe A?

La causa de la gripe es un virus. De éste virus hay tres tipos diferentes que se llaman A, B y C.

El que más cambia es el virus A. Este es el primer responsable de las epidemias que hay todos los años.

Cada 20 años, más o menos, este virus sufre un cambio mayor. Este cambio se debe a un cambio del virus en los animales que actúan como reservorio (aves, cerdos y caballos).

¿Porque se piensa que es más grave?

Cuando estos cambios son mayores, afecta a mayor número de personas. Se debe a que nos coge sin defensas y puede ser más grave.

Eso es lo que se pensó que iba a pasar el año 2009 con la “gripe pandémica A”. Pero al final resultó que en aquella gripe se vieron más casos pero no fue más grave que la gripe habitual.

¿Hay ahora dos "gripes" por las que preocuparnos al año?

En la temporada 2009-2010 hubo 2 tipos de gripe. La pandemia de la gripe A con el mayor número de casos hacia los meses de septiembre-octubre y la gripe epidémica habitual entre diciembre-febrero, como suele ser lo normal (ver gráfico)

Pero después de esa “temporada especial” todos los años solemos tener una única epidemia de gripe. El virus que más aparece en las epidemias anuales suele ser el tipo A, con algunos casos del tipo B. En la pasada temporada (2013-2014) los virus más frecuentes fueron el virus A (H3) y el virus A (H1N1). Este último es el mismo que causó la pandemia de gripe A en el 2009.  

¿Cómo se transmite?

La gripe A es muy contagiosa. Se transmite sobre todo por el aire (a través de las gotitas que se expulsan al toser, al estornudar y al hablar) y por el contacto (al tocar un objeto en el que hayan caído las gotitas infectadas con el virus y tocándose después la boca o la nariz).

Los niños son los que más se contagian y más contagian. Y es muy frecuente que poco después de enfermar el niño se contagie toda la familia.

¿Cuáles son los síntomas de la gripe A?

Los niños pequeños sufren un cuadro catarral. La fiebre es alta y el niño está decaído. Es difícil distinguir si es sólo un catarro o gripe. En los niños mayores hay fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, cansancio y tos, estornudos y secreción nasal, igual que en los adultos. También puede haber casos con muy pocos síntomas, pero que también son contagiosos. En general, los síntomas aparecen entre uno y cuatro días después del contagio.

¿Son diferentes los grupos de riesgo?

Los grupos con más riesgo han sido los adultos jóvenes con patologías crónicas y embarazadas (además de las personas mayores de 65 años). En ellos se han dado los casos más graves y la mayoría de los ingresos por la última “gripe pandémica A”. En estos casos, el riesgo es mayor que en los niños.

¿Existe tratamiento?

A día de hoy, no hay un tratamiento curativo. No sirven para nada los antibióticos. Solo se pueden aliviar los síntomas con antitérmicos como ibuprofeno o paracetamol. La gripe se cura sola. En la gran mayoría de los casos será leve.

No se recomienda, salvo en casos muy especiales, medicamentos antivirales como el Oseltamivir (el conocido Tamiflú).

Lo más eficaz para evitar esta y otras enfermedades es prevenir la transmisión del virus a través del lavado de manos.

En el caso de que el niño tenga algún trastorno (diabetes, síndrome de Down, enfermedades de los pulmones, del corazón o de los riñones,  entre otras) habría que vacunarle a partir de los 6 meses de edad. Hay que revacunar todos los años.

¿Qué complicaciones puede haber?

A veces se puede complicar. Lo más frecuente son las infecciones en el pulmón y en el oído.

En los niños que tienen enfermedades de los pulmones, del corazón, del riñón o diabetes las complicaciones pueden ser más frecuentes. Es por eso, que en estos casos, está indicada la vacunación.

¿Cuándo debo acudir al pediatra?

En el caso en que su hijo o hija tengan enfermedades previas que pudieran agravar la infección actual. O si le notan dificultad para respirar o una respiración muy acelerada.  Si no come. Si tiende a  dormirse o le cuesta despertarle. Si está irritable o con llanto inconsolable. Si tiene fiebre alta que no cede con antitérmicos (como Paracetamol o Ibuprofeno). O si aparecieran manchas rojas en la piel. En todos estos casos es conveniente que acuda a su pediatra o al centro de salud más cercano.

Fecha de publicación: 18-11-2014
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