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Jugando a… ¡leer por casa! “Crecer antes de lo que merecen”

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Fecha de publicación: 27-03-2022

¡Leer por casa! es un juego que implica a toda la familia, ayudando a acercarse y habituarse al proceso lecto-escritor a niños y niñas de entre 5 y 6 años. Proponemos esta actividad para jugar con las sílabas y palabras cotidianas de nuestra casa. Palabras sencillas como: mesa, plato, ventana, puerta…

La explosión de la lectura y escritura debe surgir de manera natural en cada niño y niña. Sin forzar y respetando sus ritmos. Debería ser un momento mágico descubrir letras, palabras, frases… Para ello, el desarrollo del niño debe ser el adecuado, un proceso natural, en el momento oportuno en el que ellos estén listos para dar ese paso.

Un apropiado acercamiento será clave para motivarlos y que la lectura y escritura sea acogida con la necesaria madurez neurológica y por supuesto con motivación e ilusión. De esta manera desarrollarán y adquirirán destrezas que les serán fundamentales y básicas para toda su etapa educativa y para su vida.

Por ello, nuestro juego parte de citar diferentes objetos cotidianos que vemos por casa y asociarlos con su palabra dividida en sílabas. Pasado un tiempo de visualización del objeto con su palabra, presentamos las palabras por sílabas fuera de sus referentes visuales y ellos tendrán que reconocer las palabras y unirlas con los objetos correspondientes:

Ejemplo 1: sílabas hechas de papel colocadas en su objeto de referencia y sílabas para formas las palabras.

Leer y escribir forma parte del currículum del primer ciclo de primaria. En la etapa de Infantil se comienza simplemente con un acercamiento. Lo importante en esa etapa será prepararlos para ese gran momento, entre otros objetivos primordiales como autonomía, valores, autoconocimiento, gestión de las emociones, conocer y experimentar el entorno…

Por desgracia esto no suele ocurrir y solemos encontrar fichas de lectura y escritura tanto en mayúsculas como minúsculas ya en infantil de 3 y 4 años.

No sería raro que en unos años empiecen ya con esas edades a multiplicar y dividir… ¡¡¡Y nosotros padres y madres estaremos tan orgullosos porque nuestros hijos e hijas con edad de jugar, descubrir y experimentar- fundamental para su desarrollo integral- con solo 3-4 años, ya sepan leer, escribir y sumar y restar!!!

Pero no es extrañar, dado que los manuales de primero de primaria ya dan por sentado que tienen adquirido este proceso lecto-escritor. Un apunte más de la falta de respeto que existe al desarrollo de los niños y niñas en este sistema educativo.

Con este juego se plantea un acercamiento a este proceso de forma lúdica y atractiva para los más pequeños, siendo un buen recurso para las tardes en casa o momentos de ocio y un sustitutivo de las tan demandadas pantallas.

Se observa un aumento de tareas para casa en esta etapa de infantil, tareas que se limitan a fichas en muchas ocasiones. ¿Por las tardes más fichas? ¿No habrá suficientes con las que hacen por las mañanas? Después de un día de clase, algunos de ellos tras aula matinal, comedor y extraescolares, cuando llegan a casa, ¿más fichas? Es normal que estas criaturas rechacen dichas tareas y prefieran jugar, porque en definitiva el JUEGO es el motor del aprendizaje en estas edades.

Como se pregunta André Stern en su libro “Jugar”, ¿qué es lo primero que un niño hace cuando lo dejamos tranquilo? ¡JUGAR! ¿Y si no lo interrumpiéramos? ¡Seguiría jugando! Porque el niño no diferencia entre vivir, aprender y jugar, lo ve como una unidad orgánica. La neurobiología ha logrado probar que ningún aprendizaje duradero es posible si nuestros centros emocionales no están activos.

Así es, la etapa de infantil debería estar basada en el juego, dejando a un lado fichas, horas sentados en sillas y tareas propias de otras etapas educativas.

Las respuestas de algunos docentes a estas cuestiones son: deben empezar a acostumbrarse a hacer tareas por las tardes para que, posteriormente en primero de primaria dónde el cambio es abismal, no les cueste adaptarse.

¿Y no sería más fácil comenzar en primero de forma progresiva e ir adaptando los cambios necesarios en vez de tener a niños y niñas sentados durante horas en sus sillas forzando procesos? Sin embargo nos llenamos de asombro y preocupación cuando suenan las alarmas de los porcentajes en fracaso escolar, de problemas en lectura comprensiva, en el rechazo a la lectura, disgrafías, frustraciones…

Leer por casa, nos permite jugar de muchas formas, pasando por las diferentes etapas de reconocimiento de letras, sílabas, palabras junto a su referente visual,… lo que lo hace cercano a su entorno más íntimo, que es su casa, su hogar. Finalmente jugaremos con todas las sílabas sueltas. Tendrán la posibilidad de crear todas las palabras ya conocidas y que previamente han sido asociadas emocionalmente, e incluso pueden nacer otras nuevas. Se abre todo un mundo de posibilidades de juego y descubrimiento: ahí surgen momentos mágicos ¿mamá que pone ahí? mamá, ¿cómo se escribe?… y dura lo dura cualquier juego, lo que ellos quieren y deciden, sin forzar y dándoles espacio a que su desarrollo les permita ir adquiriendo nuevos aprendizajes.

Ejemplo 2: letras tipo imán para poner en el frigorífico y jugar mientras comemos.

Me gustaría que mi hijo aprendiera a leer, escribir y tantas otras cosas cuando esté preparado, cuando se ilusione y vivencie el proceso, para que esos aprendizajes sean significativos y perduren a lo largo de su vida.

¿Por qué presionar para acelerar procesos perdiendo un tiempo valiosísimo y necesario en otras cuestiones propias de su proceso evolutivo?

¿Por qué obligarlos a crecer antes de lo que merecen?

Fecha de publicación: 27-03-2022
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