El juego de los 2-5 años

Jugar influye de forma directa en el desarrollo de los niños. Los juguetes entran en escena para acompañar, ser tocados y mirados y son la herramienta perfecta para aprender. Más aún si mamá y papá se implican en ello, daremos a nuestro hijo grandes oportunidades para desarrollarse como persona.

Jugar es siempre una excelente actividad. En cada edad tiene aspectos especiales o diferenciales según el momento psicoevolutivo del niño.

¿Qué juguete es seguro a estas edades?

Hay una gran oferta de juguetes en el mercado.

¿Qué tenemos que tener en cuenta?

Lo primero para saber que un juguete es seguro es mirar que tiene marcado el símbolo “CE”. Además, debe especificar si tiene piezas o componentes que son un riesgo para los menores de cierta edad. Así estará cumpliendo las normas establecidas en la Directiva 2009/48/CE sobre la seguridad de los juguetes.

¿Qué juguetes pueden ser peligrosos?

Por ejemplo…

• Los de tamaño muy pequeño o si tienen piezas que se puedan llevar a la boca y atragantarse
• Los de forma de pincho, con el que puedan hacerse heridas
• Si tienen líquidos que se puedan tragar
• Si contienen algún material tóxico, como pintura y tintes no homologados
• Juguetes que se conectan a la corriente eléctrica

Los padres y madres debemos leer bien las instrucciones de uso del juguete. Y siempre supervisar el juego de nuestros hijos, sobre todo hasta los tres años.

¿Qué es y qué no es “juguete”?

En el hogar y fuera de él hay muchos objetos que, en las manos de los niños, se convierten en juguetes. Pueden mantener su función original o usarse para otros fines . A esto se le llama juego simbólico.

Pero hemos de estar alerta, puesto que no cualquier objeto debe convertirse en un juguete. Alguno puede ser peligroso.

¿Qué juguete es el adecuado en estas edades?

Entre los 2-5 años  se adquieren habilidades cognitivas, motrices y lingüísticas. Estas son, entre otras, el habla y la comprensión del lenguaje oral, la expresión de emociones y el mayor desarrollo psicomotor grueso y fino. Comienza el juego simbólico y con los iguales y descubren el entorno familiar y social.

Por eso, en estas edades son buenos los juguetes:

• Que provoquen el movimiento grueso, como triciclos, bicicletas, toboganes. Y el fino, como plastilina, mecanos, y juegos de construcción.
• Que fomenten la expresión e imaginación: pizarras, pinturas, instrumentos musicales, marionetas, disfraces.
• Simbólicos: muñecos, personajes (disfraces) o animales.
• Juegos de mesa sencillos, tipo puzzle.
• Sin olvidar los cuentos y lectura compartida en voz alta

Es muy bueno que jueguen dentro de casa y también fuera de ella. En el hogar, en el parque, la playa o piscina, el campo… pueden desarrollar la imitación de sus iguales, su fantasía y creatividad. Podrán disfrutar del juego compartido con reglas, normas y valores mores. El juego es siempre desarrollo intelectual, emocional y social.

Imagen 1. Marina juega con juguetes de agua, en estas edades el agua es uno de los elementos favoritos

¿Qué es mejor: juguetes para jugar o juguetes para aprender?

El juego es una gran ayuda para aprender. De hecho es la mejor forma de aprender en los primeros años. Y  después este proceso se continúa a lo largo de la infancia.

El mercado está lleno de juegos para trabajar las matemáticas, o geografía e historia, entre otros, o desarrollar el lenguaje. Y, además, el juego guiado en el ámbito escolar permite aprender a cooperar, tolerar la frustración, participación, etc.

Incluso, algunos fracasos escolares se podrían prevenir a través de juegos que enseñen a manejar la inteligencia en los primeros años de la escuela obligatoria.

¡Juguemos con nuestros hijos! El juego compartido en familia

Imagen 2. Juguemos con nuestros hijos

Se recomienda el juego compartido en el hogar a cualquier edad.

Cuanto más pequeños son, necesitan más apoyo y presencia de sus padres. Después serán cada vez más independientes y tendrán otros amigos con los que jugar.

El juego en familia da confianza y respeto entre padres, hijos y hermanos, hace más fuertes sus relaciones. Desarrolla la personalidad de los más pequeños, la paciencia y la comprensión. También libera estrés en los adultos.

Cada vez es más frecuente que, para distraer a los más pequeños, se ha cambia el clásico juguete o peluche por el teléfono móvil, la tablet o televisión. El niño toma así contacto con las nuevas tecnologías desde la más tierna infancia. Con 2-5 años son ya expertos en su manejo, pero no deben pasar más de 1 hora al día frente a una pantalla, y siempre con supervisión de un adulto.

En resumen:

Te invitamos a fomentar el juego de tus hijos/as y a disfrutar del mismo con ellos y ellas.

Leer: Decálogo para una Infancia Feliz

Enlaces de interés

• Ludomecum es tu herramienta online para buscar juguetes que potencian la actividad de bebes, niños y niñas, tanto didácticos como educativos
• Fundación Crecer Jugando            

Imágenes cedidas por Mª Jesús Díaz Aguilar
Ilustraciones: Fco Javier Velasco F