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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

Intoxicaciones y otros problemas por los geles hidroalcohólicos

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Fecha de publicación: 28-01-2021

Al llegar la pandemia COVID-19 todos comenzamos a usar las medidas de prevención: las mascarillas, la distancia social, la ventilación en los espacios cerrados y la higiene de manos. Para las manos recurrimos al lavado con agua y jabón o a los geles hidroalcohólicos. Hay muchas situaciones del día a día en las que el gel es más cómodo y rápido.

Pero usar el gel hidroalcohólico también puede tener sus consecuencias negativas. Los niños son curiosos por naturaleza, pueden chupar el frasco de gel, beberse el gel o tocarse los ojos.

¿Qué lesiones estamos viendo los pediatras por el uso de geles hidroalcohólicos?

Los problemas que más vemos en los niños son las dermatitis, seguidas de las intoxicaciones y en último lugar las quemaduras. En 2020 las consultas por estos problemas aumentaron mucho.

Dermatitis o irritaciones de la piel

El gel lleva alcohol en una concentración alta y puede irritar la piel.

La piel hace de barrera ante las agresiones externas (frío, sustancias químicas, gérmenes). Pero hay niños que tienen piel delicada o atópica y con el gel sufren irritaciones o dermatitis con más facilidad. Su piel se pone roja, caliente, seca y les pica.

En estos casos se recomienda no usar gel: mejor el lavado de manos con un jabón suave. Después secar las manos y poner crema hidratante para que mejoren los síntomas. Si no es suficiente, el pediatra nos puede recomendar una pomada con corticoide para bajar la inflamación.

Para prevenir la dermatitis se recomienda hidratar la piel con frecuencia y lavar las manos en lugar de usar el gel.

Intoxicación por gel hidroalcohólico

Las intoxicaciones son uno de los accidentes más comunes en los niños. Pueden llegar a ser muy graves. Los botes o envases de gel tienen colores y formas atractivas para los niños. Y los tenemos muy a mano: en casa, en la escuela, en el bolso…

Cuando el niño se lleva el gel a la boca o a la cara, puede ocurrir:

  • Que el gel entre en contacto con los ojos: se produce irritación de los ojos, con lagrimeo, ojos rojos y a veces visión borrosa. En casos más graves se puede dañar la cornea y afectar a la vista.

  • Que el niño chupe el bote y el gel irrite los labios, lengua y boca: se irritan y se ponen rojos, con dolor o picor.

  • Que el niño se beba el gel: al tener mal sabor, no suelen beber mucha cantidad. Además del daño en la boca, lo más habitual es que vomiten. Si beben mucha cantidad pueden tener problemas para respirar, sueño excesivo y bajada de azúcar.

¿Qué hacer en estos casos?

  • Mantener la calma.

  • Si el niño tiene restos de gel en la boca o los ojos, lavarle con agua abundante puede ser suficiente.

  • No provocar el vómito.

  • Llamar al teléfono del Servicio de Información Toxicológica 91 562 04 20 o a nuestro centro de salud y contar qué ha pasado. Así nos darán instrucciones.

  • Si el niño empeora (respira mal, se queda dormido o tienen mal aspecto) lo llevaremos a Urgencias.

Quemaduras

El alcohol es inflamable, puede arder. Por eso es muy importante tener el gel lejos de fuentes de calor. Y vigilar que los niños no jueguen con el gel ni con mecheros o cerillas. Las quemaduras les pueden dejar secuelas para toda la vida.

Consejos finales

Lo mejor para evitar estos problemas es lavarnos las manos con agua y jabón. Recurrir al gel hidroalcohólico solo cuando sea necesario. Hay que mantenerlo fuera del alcance de los niños y usar envases con tapón de seguridad.

Y no olvidemos el resto de medidas de prevención frente a la COVID-19: las mascarillas, la distancia de seguridad y la ventilación de los espacios cerrados.

Recursos y enlaces interesantes

Podéis descargar en PDF esta infografía como resumen del tema:

 

Fecha de publicación: 28-01-2021
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