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Consejos sobre ventilación en las aulas para disminuir el contagio de COVID-19

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Fecha de publicación: 10-11-2020

¿Cómo se contagia la COVID-19?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el virus "se transmite principalmente a través de contacto directo, indirecto (por objetos o superficies contaminadas) o cercano con personas infectadas, a través de las secreciones de boca y nariz” y “no descarta el contagio en espacios cerrados y poco ventilados por aerosoles transmitidos por el aire”.

La distancia interpersonal, que en España está establecida en 1,5 metros, y la utilización de mascarillas son fundamentales para evitar el contacto directo. Y el lavado de manos, superficies y objetos, es imprescindible para evitar el contagio indirecto.

Cada vez más científicos defienden la transmisión por el aire. Las partículas que hay en suspensión en el aire podrían contener coronavirus liberados al respirar, hablar, estornudar o toser. Estas partículas llamadas aerosoles, en ambientes interiores, especialmente si son cerrados, se pueden acumular y pueden permanecer en el aire un tiempo aún no determinado pero que probablemente sea de horas. El riesgo de contagio depende entre otros, de la emisión y la exposición. Y en ambientes interiores siempre será superior al exterior.

¿Cómo se puede disminuir la emisión de virus? Principales medidas:

-Usar mascarilla bien colocada y ajustada es el mejor método para disminuir la emisión.

-Disminuir el número de personas que hay en un espacio. A mayor número de personas mayor será la emisión.

-Ambiente silencioso y volumen bajo al hablar, la emisión es muy superior al gritar, hablar fuerte o cantar.

-Actividad física relajada o mínima, la actividad física aumenta la emisión.

¿Cómo se puede disminuir la exposición al virus? Principales medidas:

-Usar mascarilla bien colocada y ajustada, también cuando nos quedemos solos en una habitación especialmente si otras personas la han abandonado recientemente.

-Reducir el tiempo que estamos en lugares cerrados disminuirá el riego de exposición.

-Asegurar la distancia interpersonal recomendada en todo momento.

-Intentar priorizar actividades en exterior frente a interior, siempre que sea posible.

-Ventilar y/o purificar el aire, facilitará la eliminación o reducirá la concentración del virus en el aire.

¿Qué significa ventilar el aire?

Ventilar quiere decir renovar el aire. Sustituir el aire interior, que podría estar contaminado, por aire exterior que estaría libre de virus.

Debemos recordar que mover el aire en un ambiente cerrado no equivale a ventilar en el sentido de renovar el aire. Se deben evitar las corrientes de aire interior que no estén asociadas a la ventilación. Por ejemplo utilizar un ventilador de techo o pared, sin ningún tipo de ventilación, generará corrientes de aire que pueden mover los aerosoles contaminados por toda la habitación. No se deben conectar los ventiladores de techo o pared salvo que se garantice una adecuada ventilación por aire exterior.

Cuanto mejor sea la ventilación, menor será el riego de contagio aunque el riesgo cero no existe. La incidencia de casos influye en el riesgo, cuanto mayor sea el número de casos en una zona mayor será el riesgo de emisión.

La correcta ventilación de una estancia dependerá entre otros factores del tamaño y volumen de la sala, la actividad que se realice (recordar que hablar fuerte, cantar y la actividad física aumentan la emisión), el número y la edad de los ocupantes.

Se puede ventilar de forma natural por puertas o ventanas, o con sistema mecánicos que favorecen la ventilación forzada.

¿Qué es la ventilación natural?

Renovar el aire interior de un aula o habitación sin utilización de instrumentación. Abriendo puertas y ventanas produciendo un flujo de aire.

La ventilación natural depende de factores como el viento y la temperatura exterior, siendo por tanto variable.

La ventilación cruzada, apertura de ventanas y puertas en lados opuestos, es más efectiva que la apertura en un solo lado y por tanto preferible.

En periodos fríos, se debe valorar el confort térmico, ropa de abrigo cómoda permitirá no abusar de calefacción con ventanas parcialmente abiertas. Las ventanas en la parte superior de las aulas pueden evitar corrientes de aire frío cerca de la zona ocupada. En determinadas condiciones meteorológicas la ventilación natural puede no ser posible.

Para evitar problemas de sonoridad es preferible reducir el ruido del pasillo que cerrar puertas.

¿Qué es la ventilación forzada?

La renovación de aire interior con aire exterior utilizando instrumentación (máquinas). Se puede realizar introduciendo aire del exterior (impulsión) o tomando aire del aula y sacándolo (extracción) o con ambas.

La toma o salida de aire puede ser por ventana, techo, u orificio específico realizado para ello y podrán existir una o más según las necesidades.

Los sistemas de ventilación forzada podrán ser individuales para cada aula o centralizados, es decir comunes para todo el edificio o gran parte de él, habitualmente son los mismos sistemas utilizados para climatización.

Los sistemas de ventilación forzada pueden incluir filtros.

Su instalación y mantenimiento debe ser realizado por personal autorizado.

¿Se puede medir y calcular la ventilación necesaria para un aula?

Existen diversos métodos. Uno de los más utilizados se denomina ACH, siglas en ingles de “Air Changes per Hour” (renovación de aire por hora). Cuanto mayor sea el ACH de un sistema de ventilación mayor será su eficacia. La guía de la universidad Harvard recomienda 5-6 renovaciones de aire por hora para aulas de 100 m2 con 25 estudiantes de 5-8 años.

Otra forma de medir la ventilación son los litros de aire por persona y segundo que entran desde el exterior. Para reducir el riesgo de contagio serían adecuados 14 litros.

La ventilación necesaria para reducir el riesgo de contagio depende del volumen de la sala, el número y la edad de los ocupantes, la actividad realizada, la incidencia de casos en la región y el riesgo que se quiera asumir.

El caudal necesario de ventilación se calcula según las renovaciones de aire necesarias teniendo en cuenta todas las medidas de ventilación (ACH objetivo=ACH total=ACH ventilación natural + ACH ventilación forzada).

¿Se puede comprobar la eficacia de la ventilación?

La correcta ventilación de las aulas se puede determinar de forma indirecta midiendo la concentración de CO2 en el aire. La concentración de CO2 en espacios cerrados aumenta por la emisión al respirar en el interior. Se puede utilizar un medidor de CO2 para determinar si el espacio se está ventilando adecuadamente o no. En el aire exterior, las concentraciones de CO2 oscilan entre 400 y 500 ppm según el grado de contaminación.

Se recomienda disponer de un equipo de medida de concentración de CO2 en aire, fijo o portátil, para la verificación de la correcta renovación del aire. También se puede recurrir a una empresa de mantenimiento para realizar una medición de forma periódica.

¿Qué significa purificar el aire?

Utilizar un purificador para eliminar las partículas susceptibles de contener virus del aire.

Existen varios métodos, el más sencillo y eficaz es la filtración. El aire contaminado pasa a través de un filtro que retiene las partículas potencialmente contaminadas y suministra un aire limpio. Los filtros más utilizados son los filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) y se recomiendan que sean H13 o superiores.

Los equipos purificadores no reducen el nivel de CO2, reducen el riesgo de contacto de enfermedades al reducir la concentración de partículas contaminadas. Por lo tanto si no se garantizan las medidas de ventilación podríamos tener un aula con niveles de CO2 elevados.

Su instalación y mantenimiento debe ser realizado por empresas y profesionales autorizados.

¿Cómo intentar garantizar una correcta ventilación en las aulas?

La recientemente publicada Guía para ventilación en aulas elaborada por CESIC-IDAEA, Ministerio de Ciencia e innovación y Mesura propone el siguiente esquema para buscar una correcta ventilación:

1º Exterior. Priorizar actividades en el exterior.

2º Ventilación natural. Si la actividad tiene que ser realizada en interior son preferibles aulas con ventilación natural, especialmente cruzada (ventanas y puertas en lados opuestos)

3º Ventilación Individual forzada. Si la ventilación natural no es posible o suficiente, usar ventilación forzada utilizando equipos extractores o impulsores individuales con un caudal de aire adecuado.

4º Ventilación forzada centralizada. Incrementando la tasa de aire exterior y reduciendo la recirculación.

5º Purificación. Si lo anterior es insuficiente o no es posible, purificar el aire con equipos provistos de filtros HEPA adecuados.

En ocasiones la solución puede ser una combinación de las diferentes medidas, según las circunstancias de cada centro y las distintas épocas del año.

 

 

Para evaluar si la ventilación es adecuada se deben utilizar medidores de CO2.

El estudio y evaluación de los sistemas de ventilación óptimos para cada centro, así como la instalación y el mantenimiento se debe realizar por empresas y profesionales autorizados.

La utilización de mascarillas, la distancia de seguridad y las medidas higiénicas siguen siendo fundamentales en todas las soluciones propuestas.

La siguiente infografía elaborada por AMECE nos aporta información complementaria al tema (descargable en PDF):

Recursos recomendados:

Fecha de publicación: 10-11-2020
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