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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

"Lo que sabemos sobre la virtud de leer"

Fecha de publicación: 01/03/2020

Abril, mes de la lectura en familia y salud. Un año más, Familia y Salud dedicamos nuestra Campaña del mes de abril a la lectura. 

La Directora General de la UNESCO nombró a Kuala Lumpur (Malasia) como Capital Mundial del Libro para el año 2020.

Bajo el lema “Cuidar a través de la lectura”, el programa se centra en cuatro temas: la lectura en todas sus formas, el desarrollo de la infraestructura de la industria del libro, la inclusión y la accesibilidad digital y el empoderamiento de los niños a través de la lectura.

En Familia y Salud nos apasiona fomentar la lectura en la infancia y adolescencia. Consideramos que la lectura es un buen hábito para un desarrollo saludable. Y nos gusta la idea de poder hacerlo en familia, como una actividad divertida que compartir con nuestros hijos a cualquier edad. Sí, incluso desde la época de lactante y primera infancia.

En el mes de abril se celebran:

  • El Día Internacional del Libro Infantil (2 de abril).
  • El Día Internacional del Libro (23 de abril).

En este mes muchas ciudades organizaban su “Feria del Libro”, sacando los libros a las calles. Numerosas asociaciones, colegios, bibliotecas,… y también los maestros, profesores y cada vez más profesionales sanitarios realizaban actividades diversas para promover la lectura en la infancia y adolescencia. Este año no va a ser posible de momento.

¡Pero sí es posible celebrarlo en casa, leyendo juntos!

Desde Familia y Salud, también lo celebramos. Desde el inicio de nuestra web, hemos considerado la lectura como un tema muy importante para los niños, familias y profesionales. Por ello, durante el mes de abril convertimos nuestra página principal en un escaparate de ideas, información y consejos sobre la lectura en familia.(Participa en nuestro Concurso "Cuando lees, no te aburres". Consulta las bases)

¿Cómo se desarrolla la capacidad para la lectura?

Cuando nace un niño, su cerebro no está preparado para leer. No hay ninguna área cerebral específica de la lectura. Es lo contrario de lo que ocurre con el lenguaje, o con la vista. Normalmente, un niño va a hablar solo,  por imitación o estímulos de los que le rodean. Esto, no pasa con la lectura. Para aprender a leer, al niño hay que enseñarle.

La clave para aprender a leer parte de ser capaces de reconocer las palabras y darles un significado. Aún se está aprendiendo mucho sobre el funcionamiento del cerebro. Para leer y escribir hemos de poner en marcha una serie de actividades cerebrales que son dirigidas por zonas diferentes del mismo. Se tienen que crear circuitos neuronales complejos que conectan distintas áreas cerebrales. Por tanto, se trata de algo mucho más complicado que “ver y conocer las letras del abecedario”. Algunas de estas funciones son:

  • Ser capaces de diferenciar sonidos parecidos y, con ello, reconocer como distintas las palabras que se parecen.
  • Saber separar las sílabas que componen cada palabra.
  • Distinguir sonidos dentro de cada palabra.
  • Comprender palabras nuevas o difíciles.
  • Tener una buena capacidad de atención y memoria.
  • Y poder nombrar objetos de forma ágil.

Conocer estas actividades permite a los padres, cuidadores y profesores estimular a los niños desde pequeños. Y así, aprender poco a poco a leer y escribir. Este proceso no es fácil. Hay niños que tardan más y otros que tardan menos.

La dislexia es un problema especial relacionado con la lectura. Se basa en un déficit fonológico. Es decir, una dificultad para asociar correctamente cada letra escrita con su correspondiente sonido. 

¿Cuáles son los beneficios de la lectura?

  • Agiliza la mente. Contribuye a mejorar las capacidades intelectuales y a evitar su pérdida.
  • Mejora la capacidad de concentración. Y desarrolla la memoria.
  • Facilita el aprendizaje y la comprensión.
  • Desarrolla la imaginación.  Ayuda a ordenar las ideas.
  • Nos permite adquirir conocimientos sobre diferentes temas y épocas de la historia.
  • Enriquece el lenguaje y amplia el vocabulario. Si nos expresarnos mejor, podemos transmitir con más eficacia ideas y pensamientos. Y esto facilita las relaciones sociales y laborales.
  • Es un magnífico entretenimiento. Nos permite sumergirnos en otros mundos y personajes. Mejora así nuestra empatía. Nos ayuda a entender mejor los sentimientos de los demás y mejora nuestro propio control emocional.
  • Reduce el nivel de estrés y mejora el estado anímico. Esto contribuye a una evolución satisfactoria de muchas enfermedades.
  • Leer antes de dormir o escuchar un cuento, favorece una buena rutina del sueño.
  • Activa el sistema visual, ya que transformamos signos en palabras y sonidos.
  • Las sociedades que potencian la lectura suelen ser más evolucionadas, ya que los libros ayudan a intercambiar ideas y conocimientos. Se favorecen las relaciones sociales.

Según los expertos en Neurología, el hábito de la lectura equivale en el cerebro al ejercicio físico que mantiene en forma nuestro cuerpo. Sería el “ejercicio” que mantiene activo nuestro cerebro y evita la perdida de funciones cognitivas asociadas a la edad. Un cerebro activo funciona mejor y más rápido. Mientras leemos estimulamos las conexiones entre neuronas sobre todo del hemisferio izquierdo del cerebro, en la llamada Área de Broca, implicada en la producción y comprensión del habla y del lenguaje. También se estimulan otras áreas como la retina y la corteza cerebral visual del lóbulo occipital del cerebro.

La lectura también aumenta la llamada “reserva cognitiva” que es un factor de protección de las enfermedades neurodegenerativas. Es en la infancia dónde se instaura este hábito necesario para toda la vida, y con el que obtendremos estos beneficios en nuestra vejez.

Seleccionamos para nuestros lectores una serie de artículos de Familia y Salud con mucha más información sobre el tema:

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Equipo Editorial Familia y Salud