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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

El sol, virtudes y peligros.

Fecha de publicación: 24/05/2020

El 13 de junio  celebramos el Día Europeo de Prevención del Cáncer del Piel. Y el 23 de mayo, se celebra cada año también el Día mundial contra el Melanoma, el cancer de piel más agresivo.

Su objetivo es promover hábitos saludables de exposición solar y diagnosticar de forma  precoz el cáncer de piel.

Al llegar el verano, salimos más de casa y tomamos el sol. Estar al aire libre es bueno para nuestra salud física y mejora las relaciones sociales. La exposición al sol es buena, siempre con  precauciones.

Sobre todo, ¡ cuidado con los niñ@s!

¿EL SOL ES BUENO?

El sol es fuente de vida y de salud en nuestro planeta. Tiene muchos efectos positivos. Es imprescindible para nuestros biorritmos y ciclos vitales. Y para el metabolismo de la vitamina D. Esta vitamina es necesaria para la salud de nuestros huesos y es importante para las defensas, el sistema nervioso, la piel y otros órganos. No se trata de convertir al sol en un enemigo. Los oncólogos aconsejan una exposición regular y controlada. Los  filtros solares físicos y químicos se deben adaptar a cada tipo de piel. Se recomienda como mínimo 10 minutos al día de exposición a la luz solar. Se debe recibir en alguna parte del cuerpo descubierta (brazos, cara, piernas).

¿EL SOL ES MALO?

El sol también tiene sus peligros. A corto plazo, las radiaciones solares nos provocan irritaciones, quemaduras y alergias. También puede dar el golpe de calor. Y como efecto a largo plazo nos pueden producir cáncer de piel y también envejecimiento de la piel y cataratas.

Según la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), el CdP (cáncer de piel) es el tumor más frecuente del cuerpo humano. Es más común en las áreas expuestas a la luz solar (cara, cuello, manos y brazos). El carcinoma de células escamosas y el carcinoma de células basales (cánceres de piel del tipo no melanoma) son los más comunes. El melanoma, que crece y se disemina rápido, es menos común. El CdP es poco frecuente en la niñez. No da la cara hasta veinte años después de la exposición solar excesiva.

Los factores de riesgo del CdP son: la Radiación Ultravioleta (UV)  y la sensibilidad de la piel a la misma. La radiación UV es el mayor factor de riesgo. Los niños son muy  susceptibles a los efectos nocivos de la radiación solar. La mayor parte de la radiación solar acumulada en la vida se recibe antes de los 19 años. Las quemaduras solares a estas edades tienen alto riesgo de desarrollar CdP en la vida adulta, especialmente melanoma. Y provocan envejecimiento prematuro. Hasta un 75% de adolescentes  de 13 a 17 años reconocen quemaduras solares en el último verano.

Las personas más propensas al cáncer de piel son:

  • Las expuestas mucho tiempo a la luz solar natural o artificial (cabinas de bronceado…).
  • Con antecedentes de muchas ampollas por quemaduras de sol, sobre todo durante la infancia o la adolescencia.
  • De piel clara en la que salen pecas y se quema con facilidad. Que no se broncea o se broncea mal. Ojos azules, verdes o claros. Cabello rojo o rubio.
  • Con antecedentes familiares de cáncer de piel, en especial de melanoma.
  • Con muchos lunares, irregulares o grandes.
  • Con alguna alteración inmunológica.

¿QUÉ ES LA PROTECCIÓN SOLAR?

  • La prevención se inicia con buenos hábitos de fotoprotección en la infancia. Cerca del 75% de los casos de CdP podrían prevenirse. La reducción de la exposición a la radiación UV y la prevención de quemaduras solares en niños reducen el riesgo de desarrollar CdP de adulto. La acción de las radiaciones solares se acumula sobre nuestra piel año tras año. Por eso hay que tomar precauciones desde que el niño es pequeño. Las radiaciones ultravioleta, las A (UVA) y sobre todo las B (UVB), son las responsables de los efectos perjudiciales del sol.
  • La principal medida de prevención es evitar la exposición solar directa y excesiva. Se debe proteger la piel de la radiación solar: con ropa (camisetas, pantalones), la cabeza con sombreros y los ojos con gafas de sol. Hay que beber agua con frecuencia y aplicar crema hidratante sobre la piel tras la exposición.
  • Los fotoprotectores también ayudan. Sobre todo, en verano, en el que hay tantas actividades al aire libre y en el agua. La protección solar en lactantes es esencial. La mayoría de los protectores solares no aguantan de un año para otro.

¿CÓMO PROTEGERNOS DEL SOL?

  • No debemos tomar el sol a las horas centrales del día (entre las 12 y las 17 horas).
  • Los niños menores de 6 meses no deben tomar el sol. Y en los menores de 3 años hay que tomar todas las precauciones posibles.
  • La protección física es básica. Usaremos sombrillas, sombreros, gafas de sol y ropa seca.
  • Hay que tener en cuenta que, debajo de una sombrilla, la arena, la nieve y el agua pueden reflejar los rayos ultravioleta.
  • Antes de tomar el sol nos pondremos la crema protectora solar. Se suele aconsejar aplicarla 30 minutos antes de la exposición (Según un estudio, es suficiente con aplicarla 10 minutos antes). Se administra en cantidad abundante (para cubrir bien todas las zonas de la piel expuestas al sol).
  • El factor de protección solar (FPS) dependerá del tipo de piel y edad. Para una fotoprotección adecuada hay que usar un FPS de 15 por lo menos. Algunos médicos recomiendan que el FPS sea superior a 30.
  • Nos volveremos a aplicar la crema protectora cada vez que nos mojamos, o si hacemos mucho ejercicio y hemos sudado, o cada 2 horas de exposición solar.
  • Usar bien la crema no garantiza protección total. Tenemos que seguir usando el resto de las medidas de protección (sombra, gorro, gafas) y evitar largas exposiciones.

En nuestra web tenemos varios artículos que hablan en profundidad de estos temas:

I. SOL Y PROTECCIÓN SOLAR:

II. LESIONES CUTÁNEAS QUE REQUIEREN FOTOPROTECCIÓN:

III. RECURSOS DE INTERÉS:

Equipo Editorial Familia y Salud