¿Esofagitis eosinofílica?

¿Qué es?

Es una enfermedad reciente. Su diagnóstico cada vez es más frecuente.

Afecta a niños y a personas de mediana edad, principalmente varones.

Se produce por la presencia de eosinófilos en la pared del esófago, que provocan su inflamación. En condiciones normales no debería de haberlos. Se desconoce el mecanismo por el cual los eosinófilos llegan a esta pared.

Los eosinófilos son células que participan en la alergia. Por ello la esofagitis eosinofílica es más frecuente en personas con asma, dermatitis atópica o con alergia a pólenes o alimentos.

¿Qué síntomas produce?

Dependen de la edad:

• En lactantes: irritabilidad, problemas de alimentación, vómitos y subida del contenido alimenticio hacia la boca, así como fallo en la ganancia de peso y de crecimiento.
• En preescolar: sobre todo dolor abdominal y vómitos.
• En escolares y adolescentes: es similar a los adultos. Molestias al tragar alimentos secos y duros (disfagia), dolor en el pecho o quemazón y atasco de las comidas antes de llegar al estómago.

¿Cómo se diagnostica?

Solo se puede diagnosticar con una endoscopia digestiva alta. Esta permite ver la pared del esófago. También coger muestras para ver si hay eosinófilos en ella.

¿Cuál es su tratamiento?

Los objetivos de tratar esta enfermedad son dos:

1. Resolver los síntomas, mejorando la calidad de vida.

2. Controlar la inflamación del esófago para prevenir daños en su función.

Hay tres tipos de tratamientos. Será el médico y la familia, quienes de forma conjunta, valoren la mejor opción:

1. Inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol o derivados): a dosis altas para lograr un efecto antiinflamatorio.
2. Corticoide tópicos (budesonida en forma de jarabe viscoso o fluticasona ampollas nasales que se tragan): efecto antiinflamatorio local en la pared del esófago. Muy eficaces. Suelen reservarse para cuando el tratamiento con dieta no es posible o cuando los inhibidores de la bomba de protones no han sido efectivos.
3. Tratamiento dietético: consiste en eliminar de la dieta uno o varios de los siguientes alimentos: leche, trigo, huevo, legumbres, frutos secos y pescados. La duración mínima será de 8 semanas. Son necesarias varias endoscopias para ver qué alimento es el responsable de la enfermedad. No hay necesidad de realizar pruebas alérgicas.

¿Cuál es su pronóstico?

Se trata de una enfermedad crónica con períodos más o menos largos libres de enfermedad.

Si no se trata la inflamación mantenida de la pared del esófago, hace que esta se endurezca (fibrosis). Por esto, hay que tratarlo desde el diagnóstico.

Se sabe que la enfermedad no es premaligna. Tampoco parece reducir la esperanza de vida.