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Un adolescente en la consulta: la tormenta perfecta. ¿Cómo cambiar del pediatra al médico de familia?

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Fecha de publicación: 17-10-2023

La adolescencia es una fase crucial en la vida de las personas. Se producen cambios en los procesos del cuerpo que marcan el presente y tendrán gran importancia en el futuro de la salud y vida social. En todo este cambio influyen el ambiente que los rodea, incluido lo social. Esto se mezcla con otros aspectos que afectan a esta etapa como son las actitudes, los valores y las conductas del propio adolescente y de las personas de su entorno. Todo este contexto influye en la construcción y en la maduración del adolescente. Por eso hay que tener un especial cuidado en esta etapa.

¿Cómo afecta el ser adolescente en la salud?

Podemos nombrar varios aspectos a tener en cuenta:

  • Saben, en su mayor parte, que tiene riesgos, pero tienen la sensación de que “nunca les va a pasar algo a ellos”.
  • Desconocen las necesidades de su salud, tanto para prevenir: alimentación, vacunas… como para curarse.
  • Pertenecen (y lo necesitan) a un grupo de iguales. Suelen dar más valor a la opinión de sus iguales que a la de los adultos que los rodean: familia, profesores… Aquí incluimos las redes sociales, cuya influencia los hace muy vulnerables. No saben contrastar lo que les llega de las redes y pueden tomar lo que se dice en ellas como dogmas de fe.
  • A veces, en el grupo suelen compartir, sin tener en cuenta las normas de higiene (habitación, cubiertos, comida, vasos, bebidas…).
  • Casi siempre, cuando inician las prácticas sexuales, la información proviene de sus iguales.
  • Por todo lo anterior, suelen ser poco amantes de los centros de salud. Además, no se sienten a gusto ni en una sala de espera de pediatría ni en una de medicina de familia.
  • A todo esto, hay que añadir que no hay una especialidad concreta para esta franja de edad y que, muchas veces, la formación reglada de los profesionales es escasa en temas de adolescencia.

¿Qué se puede hacer en atención primaria para mejorar este problema?

El pediatra de atención primaria, junto con la enfermera, siguen a la persona desde que nace, durante las etapas de crecimiento y hasta la adolescencia. Se va creando un vínculo que hace posible acompañar a esta población en esta etapa tan importante de la vida. El conocer su historia personal y familiar, así como su entorno, lo hace más fácil.  A la edad de 14-15 años este seguimiento pasa a depender de Medicina de Familia y Comunitaria, por lo que de golpe se corta esa relación que se ha creado, esa confianza y ese diálogo mutuo.

Esta situación debería poner sobre la mesa soluciones para seguir acompañando y aconsejando a ese adolescente. Una de ellas es la llamada consulta de traspaso, en la que se impulsa el salto, de este grupo de población, de pediatría a medicina del adulto de forma gradual. Para esto, se requiere que ambos servicios colaboren juntos para poder dar una atención integral y transversal y así contribuir a que alcance una etapa adulta más sana.

Este programa tiene la misión de cumplir con las siguientes metas:

  • Reforzar la capacidad y conocimiento de los profesionales que atienden a los adolescentes.
  • Crear un espacio de comunicación entre los pediatras y médicos de adultos.
  • Mantener el vínculo creado durante la edad pediátrica.
  • Dar a conocer a familias, escuelas, servicios sociales y municipios el programa de traspaso.
  • Mantener, en el paciente de más difícil manejo, una derivación a atención primaria del adulto con un seguimiento conjunto con pediatría durante el primer año del traspaso.
  • Mejorar la detección, seguimiento y disminución de conductas de riesgo, promoviendo y reforzando la información por parte de los distintos profesionales de la salud.
  • Promover estilos de vida saludables.
  • Revisar el estado de las vacunas y actualizarlo en caso de ser necesario.
  • Recoger las necesidades de los adolescentes y de los centros educativos a través de programas conjuntos entre servicios sanitarios y escolares.

Para que se inicie se puede crear una agenda conjunta un día al mes entre ambos servicios en la que se metan los adolescentes que en ese periodo cumplen los 15 años (edad de paso de un servicio a otro). Se revisarán todos los casos, se citarán a consulta y se tendrán más en cuenta los que requieran una especial atención o en el que actúen otros agentes de salud. El pediatra y la enfermera de pediatría del adolescente harían esa visita junto con sus nuevos responsables de medicina de familia.

¿En qué consiste ese programa?

Se trata de revisar las historias clínicas de los adolescentes que al cumplir 15 años pasan del servicio de pediatría al de medicina de familia. A la vez se programa una cita conjunta con los dos servicios.

Para acudir a ellas no se requiere nada especial. Lo ideal es que venga el adolescente con ambos padres, pero puede venir sin ellos si está más cómodo.

Esta consulta podrá ser la puerta de entrada para otras visitas: trabajo social, dietista, especialistas…

¿Qué beneficios tiene para el adolescente y su familia este tipo de consulta?

Por un lado, el adolescente, que no es muy amante de acudir a consulta, estará en compañía de su equipo de pediatría habitual. Eso puede darle confianza y cierta tranquilidad. Por el otro lado nos aseguramos de que todas y cada una de las historias clínicas de los chicos/as de esa edad serán revisadas para que no pueda pasar por alto cualquier detalle.

Por todo lo bueno que aporta, se debe poder llevar a cabo esta consulta

Fecha de publicación: 17-10-2023
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