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Educación afectivo-sexual: claves para los docentes

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Fecha de publicación: 29-07-2022

La educación afectivo-sexual es necesaria y fundamental en todas las etapas de la vida, tanto en el contexto familiar como en el escolar. En esta última, los docentes desempeñan un papel clave, por lo que es imprescindible contar con programas educativos adaptados que permitan tratar todos y cada uno de los aspectos de la educación afectivo-sexual.

Los modelos en educación afectivo-sexual

La manera en que los familiares más cercanos se relacionan y viven su sexualidad puede influir en el modo en que los niños y niñas construyen su idea del mundo y de las relaciones. Por ejemplo, un niño que habitualmente ve muestras de cariño entre sus padres como besos y abrazos, es posible que tenga menos dificultades a la hora de expresar también su cariño que otro que nunca ha visto esos gestos en casa. Es innegable que los padres representan el modelo más cercano, pero no son los únicos.

Niños y niñas van absorbiendo como esponjas los imputs que reciben de su entorno. A través de la televisión, del cine, de la prensa y de internet van recibiendo mensajes acerca de cómo se relacionan los distintos sexos. Pero esos mensajes no siempre van en la dirección más adecuada.

Por eso es importante que los adultos les orienten, les enseñen, les eduquen en el respeto y en la diversidad. Y en esta tarea es imprescindible el papel de los educadores y docentes.

La formación de los docentes en educación afectivo-sexual

Para poder educar en el respeto y la diversidad afectivo-sexual, los profesores y educadores deben hacer un trabajo previo de revisión personal. Ser conscientes de sus propios estereotipos y prejuicios, incluso aceptar que hay cuestiones en el ámbito de la sexualidad que no entienden del todo bien. Para poder educar a los niños, es vital contar con docentes bien formados, que no tengan miedo a acoger las dudas de los menores. Para ello, existen masters y cursos especializados, pero también deben cuidarse estos contenidos en los grados universitarios de educación infantil, primaria y master de profesorado.

La educación afectivo-sexual: el problema actual en su abordaje

La sexualidad hoy día es una materia que no logra abordarse adecuadamente y en profundidad en ninguna de las asignaturas y en ninguno de los ciclos educativos. Casi toda la educación sexual que se recibe en etapa escolar suele reducirse a unos cuantos talleres o seminarios donde no da tiempo a explorar todos los temas ni a crear un vínculo de confianza para que los menores más tímidos puedan expresar sus miedos. Además, suele ser una cuestión de conflicto a nivel político, no existiendo un acuerdo sobre los contenidos en educación afectivo-sexual que deben impartirse en los colegios e institutos públicos, concertados y privados.

Y los que salen perdiendo en esto son los niños, niñas y adolescentes, que reciben mensajes contradictorios y muy diferentes en función de la ideología de los adultos. Esto provoca que se sigan manteniendo las dudas, prejuicios y miedos de los más jóvenes.

Progresividad, transversalidad y corresponsabilidad.

La educación afectivo-sexual es tan importante o incluso más que las matemáticas o el inglés. No tiene, por tanto, ni sentido ni utilidad, dejar la educación sexual restringida a unas edades que se consideren más importantes. Como poner unos cuantos ladrillos en un momento puntual no conduce al resultado de tener un edificio, tampoco unas explicaciones sobre sexualidad dadas de forma puntual van a ser suficientes para entender, disfrutar y vivir de la misma de una forma completa. Por eso resulta de gran importancia que se sigan las tres claves a la hora de abordar la educación sexual: progresividad, transversalidad y corresponsabilidad.

  • Progresividad, porque sus contenidos deben programarse y adaptarse a la edad de los menores. Por ejemplo, de nada sirve explicar la menstruación a los 15 años y solo a las niñas. Debe explicarse antes de que se produzca y ambos sexos, de manera que se viva como algo natural.

  • Transversalidad, porque sí debe abordarse en las distintas materias lectivas, dado que incluye aspectos biológicos, aspectos de comunicación, aspectos físicos, etc. Así, se pueden explicar las diferencias en los aparatos reproductivos, pero también las diferencias a la hora de expresarnos. Y también es fundamental enseñarles a aceptar sus cuerpos y a quererse como son.

  • Corresponsabilidad, porque, como hemos indicado, es tarea de todos (padres, profesores, medios de comunicación) colaborar en una adecuada educación afectivo-sexual de los menores.

Libertad para preguntar y para decidir cómo responder

Teniendo claro todo lo anterior, es importante señalar que no es necesario ni deseable que los docentes resuelvan todas las dudas de los menores. Lo fundamental es que niños, niñas y adolescentes, sepan que pueden plantear dichas dudas, sea en el formato que sea. El docente puede decidir o consultar con la dirección del centro si es recomendable, por ejemplo, programar una sesión con los padres de los alumnos o solicitar la ayuda de educadores especializados para profundizar en aquellos aspectos que no se hayan podido tratar en clase en profundidad.

Fecha de publicación: 29-07-2022
Autor/es:
  • Alejandra Enebral Hernaiz. Psicóloga. Sexóloga. Jefe de sección en DG de Diversidad Familiar y Servicios Sociales (M. DS y A 2030) Madrid