"Dolor de oídos y antibiótico"

Y la realidad es que...

No siempre es necesario dar antibiótico cuando al niño le duelen los oídos. Pueden doler por distintos motivos como traumatismos, cuerpo extraño, infecciones víricas, bacterianas, etc. Así como afecciones que vienen de otras zonas como la faringe, la boca, la mandíbula o el cuello.

La causa más frecuente de dolor de oídos es sin duda el catarro común. El virus que lo produce inflama no solo la nariz y la faringe, sino también la trompa de Eustaquio que comunica con el oído medio. Esto origina falta de aireación del oído, acumulación de líquido y dolor. Por ello, la mayoría de las otalgias son víricas y no necesitan antibióticos. Lo aconsejable es aliviar el dolor con paracetamol o ibuprofeno, poner calor local, hacer lavados nasales y si no mejoran en 24-48 horas acudir a su pediatra.

El pediatra, según la historia clínica y la exploración física con otoscopio, decide si el niño tiene que tomar antibióticos. La fiebre alta, la afectación del estado general y la salida de pus por el oído son síntomas que pueden indicar infección del oído medio que requerirá antibiótico.