Reacciones adversas a medicamentos, ¿hay que tenerles miedo?

Tomar un medicamento siempre produce cierta desconfianza. ¿Será peor el remedio que la enfermedad?

Aunque se toman para buscar un beneficio, puede que aparezca algún problema.

¿Qué es una reacción adversa a un medicamento (RAM)?

Una reacción adversa a un medicamento (RAM) es algo no esperado y no deseado que aparece al tomarlo. La mayoría de ellas son leves y de poca duración. Solo en algún caso pueden llegar a ser peligrosas. Además, pueden aparecer aunque se esté tomando el medicamento correctamente.

¿Qué medicamentos las producen?

Cualquier fármaco puede producir una RAM. Aunque hay medicamentos con los que aparecen más. Cuando el médico los usa tiene en cuenta que sea más beneficioso que perjudicial para el paciente.

¿Hay factores que las favorecen?

Los niños y los ancianos están más predispuestos a este tipo de reacciones. También hay características hereditarias que hacen que haya personas más propensas.

Si se está tomando más de un medicamento a la vez es más fácil “interacciones” entre ellos y más RAM y más graves.

Durante el embarazo y la lactancia hay que evitar tomar medicamentos si no son totalmente necesarios.

¿Qué reacciones nos podemos encontrar?

Se suele hablar de “efectos secundarios”. La mayoría son leves y conocidos. Por ejemplo, dolor abdominal, diarrea, náuseas, somnolencia o nerviosismo. En general aparecen escritos en el prospecto. Todos ellos pueden aparecer al tomar fármacos muy diversos. Si son leves, se podrán seguir tomando.

Más grave puede ser una reacción alérgica. La persona reacciona al medicamento o a alguno de sus compuestos de forma brusca y en ocasiones grave. En estos casos hay que retirar inmediatamente el medicamento y a veces es necesario un tratamiento urgente. Si pasa esto, hay que confirmar que es una alergia, para evitar toda la vida ese medicamento.

Hay otras reacciones que no se sabe por qué se producen. Estas son las más imprevisibles. Pueden ser erupciones, urticarias, ictericia, alteraciones sanguíneas y otras. Son poco frecuentes y generalmente hay predisposición genética.

¿Qué hay que hacer si nos aparece una RAM?

Si son síntomas leves y de poca importancia se debe consultar con el pediatra en cuanto sea posible. Decidirá si es necesario retirar el fármaco para siempre o si se puede mantener a pesar de alguna molestia.

Si la reacción es grave hay que acudir rápidamente a urgencias para poner un tratamiento.

¿A quién tenemos que contar lo que nos ha pasado?

Lo más importante es decírselo al pediatra que se lo ha indicado. Es el que debe tomar la decisión de continuar, retirar o cambiar el tratamiento. Va a quedar escrito en el historial de cada uno. Habrá que usar con precaución o no volver a tomar medicamentos como el que ha dado problemas. Siempre cualquier medicamento debe usarse con indicación de un profesional.

¿Es necesario que lo sepa alguien más?

Si la RAM ha sido importante hay que decirlo siempre que le vayan a recetar un medicamento. Además, es importante notificarlo al Centro Español de Farmacovigilancia. Su objetivo es reunir los casos de sospecha de RAM, que identifican los profesionales sanitarios o los ciudadanos. Incluyendo también, las reacciones a vacunas y a cualquier producto sanitario.