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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

¿Cuándo no se necesita antibiótico?

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Fecha de publicación: 1-04-2021

Los antibióticos son medicamentos que salvan vidas. Hay muchos problemas de salud: cirugías, trasplantes, bebés prematuros, enfermedades tumorales, etcétera, que necesitan tratamientos muy complejos en el curso de los que pueden surgir infecciones. Sin contar con antibióticos eficaces, no se podrían tratar bien estos problemas de salud.

Las infecciones pueden estar producidas por distintos tipos de gérmenes: bacterias, virus, hongos, parásitos, etc. Los antibióticos solo son activos frente a las bacterias, por lo tanto, solo se deben usar en infecciones causadas por bacterias.

Algunas infecciones producidas por bacterias no se tratan con antibióticos porque son enfermedades que tienen buena evolución y se curan solas.

Hay que tener en cuenta que los antibióticos tienen efectos secundarios. Uno de ellos es que provocan la aparición de resistencias a su acción. Esto significa que dejan de ser eficaces frente a bacterias que antes eran sensibles a su acción.

Por eso el antibiótico se debe utilizar según el criterio del médico. La ley prohíbe la venta de antibióticos sin receta.

Cada antibiótico precisa una dosis que debe ser administrada en determinados momentos y durante el tiempo preciso, pero no más del necesario. El paciente debe cumplir correctamente las indicaciones dadas por el médico. Así se consigue que actúen adecuadamente, obtener el mayor beneficio y disminuir los riesgos.

A continuación se revisan por orden alfabético algunos procesos infecciosos y situaciones frecuentes en pediatría:

  • Amigdalitis. Muchas veces la causa son los virus, como la mononucleosis infecciosa o el adenovirus. Por suerte hay pruebas que diagnostican los casos producidos por bacterias (Estreptococo pyogenes)  en los que se deben utilizar antibióticos.

  • Bronquitis. Casi siempre la causa son los virus por lo que los antibióticos NO son útiles.

  • Catarro: Siempre está producido por virus, por lo que NO es útil usar antibióticos.

  • Conjuntivitis. Pueden estar producidas por bacterias pero muchas veces evolucionan bien sin tratamiento, por lo que no siempre es necesario usar antibióticos.

  • Diarrea. Solo deben utilizarse antibióticos en algunos casos y después de la identificación del germen responsable. Además, la administración de antibióticos puede producir que se mantenga más tiempo el germen en el intestino.

  • Fiebre: La fiebre puede deberse a múltiples procesos por lo que NO deben administrarse antibióticos sin conocer exactamente cual es el proceso que la está causando.

  • Gripe. Está producida por un virus por lo que los antibióticos NO son útiles. Solo estarían indicados en casos de sobreinfección bacteriana.

  • Infecciones de la boca:

    • Flemones: precisan antibiótico.
    • Aftas o llagas, en caso de ser infecciosas están producidas por virus por lo que los antibióticos NO son útiles.
    • Muguet, está producido por un tipo de hongo por lo que los antibióticos NO son útiles.
  • Infecciones de piel. Pueden estar producidas por bacterias, virus y hongos. En los impétigos los antibióticos son útiles

  • Heridas y mordeduras: en algunos casos los antibióticos son útiles.

  • Hepatitis: Las que son infecciosas están producidas por virus por lo que los antibióticos NO son útiles.

  • Infecciones virales (sarampión, varicela, paperas, exantema súbito, megaloeritema, mononucleosis infecciosa, herpes). Los antibióticos NO son útiles salvo en casos de sobreinfección.

  • Infecciones de orina: cistitis, pielonefritis. La mayoría de las veces están producidas por bacterias por lo que los antibióticos son útiles

  • Laringitis: En los niños correctamente vacunados, la inmensa mayoría de laringitis se producen por virus, por lo que NO es útil la administración de antibióticos. Los niños no vacunados pueden presentar, de forma muy excepcional, laringitis producidas por bacterias en las que está indicada la administración de antibióticos.

  • Neumonía. Puede estar producida por virus o bacterias. Solo deben utilizarse antibióticos cuando se sospeche que está producida por una bacteria o una bacteria atípica.

  • Otitis externa. Aunque se puede favorecer por factores como la humedad mantenida, en la mayoría de ocasiones sí se deben a sobreinfección por bacterias (más raramente por hongos), por lo que pueden administrarse antibióticos. También son útiles los antisépticos. En los casos producidos por hongos el tratamiento debe ser con antifúngicos. En este proceso el tratamiento suele aplicarse directamente en el conducto auditivo.

  • Otitis media. Frecuentemente está producida por bacterias, pero en muchas ocasiones la evolución espontánea de la enfermedad es favorable por lo que no es imprescindible administrar siempre antibiótico, sino solo tratar la inflamación para disminuir las molestias en el niño. En niños pequeños, con otitis recurrentes, síntomas muy intensos o prolongados o con factores de riesgo está indicada la administración de antibióticos.

  • Prevención de infecciones (profilaxis). En general los antibióticos no previenen las infecciones bacterianas, por lo que su indicación como profilaxis se produce en muy pocos casos

  • Sarpullidos: casi siempre la causa son los virus, solo se usan antibióticos en los casos en que sean una manifestación de una infección en otra localización como en la escarlatina, o cuando las lesiones de la piel se sobreinfectan con una bacteria.

  • Sinusitis. Puede estar producida por bacterias pero frecuentemente se cura sin tratamiento por lo que sólo deben usar antibióticos en caso de que los síntomas duren mucho o sean muy intensos.

  • Tosferina. deben administrarse antibióticos.

Conclusiones:

  • Los antibióticos solo son eficaces en infecciones producidas por bacterias que no se curan bien espontáneamente.

  • Su uso lo debe indicar un médico.

  • Deben seguirse las recomendaciones en la cantidad, el número de dosis al día y la duración del tratamiento.

Fecha de publicación: 1-04-2021
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