Los cambios bruscos de temperatura y las calefacciones agravan los síntomas de la dermatitis atópica. La SEICAP recuerda a padres y tutores la importancia de un diagnóstico correcto de posibles causas alérgicas por parte de un pediatra alergólogo y de tratar de proteger la piel de agresiones externas como el frío, el viento y la sequedad.
La dermatitis atópica se caracteriza por sequedad de la piel, lesiones inflamatorias con enrojecimiento de la piel y prurito o picor, que a su vez puede causar inflamación y un agravamiento de las heridas debido al rascado.