¿Qué son las enfermedades importadas?

Las enfermedades importadas han ido emergiendo en nuestro medio debido a los movimientos migratorios, el turismo y la cooperación internacional.

La malaria, el dengue, la amebiasis, la esquistosomiasis, el cólera y la filariosis son las enfermedades tropicales más comunes.  

Uno de los mayores problemas a que nos enfrentamos ante estas enfermedades es la falta de tratamientos. No existe un interés comercial por parte de la industria farmacéutica en investigar medicamentos contra las enfermedades tropicales. La mayoría de los fármacos que se utilizan actualmente fueron descubiertos hace unos 40 años. Además, la eficacia de estos medicamentos está disminuyendo por las resistencias que están desarrollando muchos de los microorganismos patógenos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),  las enfermedades infecciosas son la primera causa de muerte en los países subdesarrollados. El sida, la tuberculosis y las diarreas son las más prevalentes, seguidas de enfermedades infecciosas tropicales: malaria, tripanosomiasis africana y americana, leishmaniasis, esquistosomiasis, filariasis, lepra, dengue…

¿A qué llamamos enfermedades tropicales desatendidas?

La OMS ha llamado “enfermedades tropicales desatendidas” (ETD) a un grupo heterogéneo de 20 enfermedades que ocurren principalmente en áreas tropicales. Estas enfermedades afectan a más de mil millones de personas de comunidades empobrecidas.  Las causan diversos agentes patógenos: virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas. Tienen consecuencias devastadoras en el ámbito social, económico y de salud para esas más de mil millones de personas. La situación de las ETD es complicada y a menudo está relacionada con condiciones ambientales.

Muchas de estas enfermedades se trasmiten por vectores, están asociadas con ciclos biológicos complejos y el agente patógeno que las provoca se hospeda en animales. Todos estos factores dificultan el control de estas enfermedades.

Las ETD están «desatendidas» porque apenas aparecen en los programas de salud mundial. Incluso hoy en día, cuando la atención se centra en lograr la cobertura universal de salud, son muy pocos los recursos que se destinan a este tipo de enfermedades. Las ETD son prácticamente ignoradas por las agencias de financiación mundiales. Son enfermedades que afectan a poblaciones desatendidas y que se asocian a la estigmatización y a la exclusión social.

¿Cómo se transmiten estas enfermedades?

La mayoría de las enfermedades tropicales se transmiten por la picadura de un insecto. En las zonas tropicales el clima es caliente y húmedo, y estas condiciones son las más apropiadas para que se desarrollen estos animales. Los insectos actúan como vectores, transmitiendo de un hombre infectado a un hombre sano los parásitos, bacterias o virus que son los causantes reales de las enfermedades.

El calentamiento global del planeta en las últimas décadas también ha favorecido la redistribución de estas enfermedades. Este aumento de temperaturas da lugar a que estos insectos que actúan como vectores tengan nuevas áreas, más allá de los trópicos, donde vivir y propagarse.

Hablemos sobre la malaria

La malaria o paludismo es la enfermedad tropical más conocida. Produce más de 2 millones de muertes al año. Su distribución geográfica comprende África, Asia, América tropical y el Pacífico.

La malaria es una enfermedad febril aguda provocada por parásitos del género Plasmodium. Estos parásitos se propagan a las personas a través de la picadura de mosquitos del género Anopheles hembra infectados. Se trata de una enfermedad prevenible y curable.

La enfermedad tiene un período de incubación de 12-30 días. Produce fiebres recurrentes, y dependiendo de la cepa puede producir complicaciones neurológicas, cardiovasculares o renales.

Su diagnóstico se basa en identificar el parásito en la sangre. El tratamiento dependerá del tipo de parásito y del estado del paciente. Actualmente se utilizan varios medicamentos para tratar la malaria, entre ellos, la cloroquina.

¿Cómo prevenir estas enfermedades? Recomendaciones generales

Si vamos a realizar un viaje a un área tropical, lo más recomendable es visitar un centro de medicina tropical antes de partir. Allí se aconseja al viajero y se realizan los planes de inmunización adaptados al viaje.

Algunas de estas enfermedades se pueden prevenir con una vacuna. Aparte de esto, es fundamental mantener una buena higiene personal, evitar alimentos crudos, beber bebidas embotelladas, evitar las picaduras de insectos o mordeduras de otros animales y no bañarse en aguas estancadas.

También es aconsejable llevar un botiquín que incluya algodón, gasas, esparadrapo, antiséptico yodado, termómetro, etc. Los médicos especialistas en medicina tropical también aconsejan llevar productos repelentes, colirios, antidiarreicos, antipalúdicos, antimicóticos, cremas fotoprotectoras, bolsas de rehidratación oral, antibióticos de uso general, antihistamínicos y paracetamol.

En Familia y Salud tenemos varios artículos sobre enfermedades importadas que te pueden ser útiles si buscas más información acerca de este tema:

• Malaria: cómo prevenirla y conocerla
• ¡Chikungunya! Nueva fiebre viral dolorosa
• La enfermedad por el virus Zika: resolviendo dudas
• El virus Zika: un problema de salud pública internacional
• Dengue: ¿qué debemos saber?
• ¿Qué puedo saber de la enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana?

También hay que pensar en otras enfermedades que pueden transmitirse a través de alimentos ingeridos, al comer alimentos o beber aguas poco higiénicas:

• Hepatitis A
• “Las lombrices“, ¿cómo es posible que a mi hijo le hayan salido esos bichitos?
• Giardiasis y diarrea por Giardia

Y aquí tienes información sobre vacunas de interés para los viajes internacionales (algunas pueden ser obligatorias para poder entrar en el país) y que no están incluidas en el calendario de vacunaciones de tu país o comunidad de origen:

• Viajes internacionales, ¿me tengo que vacunar?
• Vacuna de la fiebre amarilla
• Vacuna de la fiebre tifoidea
• Vacuna de la hepatitis A
• Paludismo: profilaxis en niños viajeros

Equipo Editorial Familia y Salud