Día mundial del SIDA

Todos los años desde el 1988 se celebra el 1 de diciembre el Día Mundial del SIDA. El Día Mundial del  SIDA fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Este día gente de todo el mundo se une para apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el SIDA.

SIDA significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida. Es la etapa final de la infección por VIH. No todas las personas con VIH desarrollan SIDA. El VIH (virus de inmunodeficiencia humana) daña el sistema inmunitario al destruir un tipo de glóbulo blanco que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones. Esto supone un mayor riesgo de sufrir infecciones graves y ciertos tipos de cáncer.

Es una enfermedad que puede prevenirse y que ya dispone de algunos tratamientos (antirretrovirales) para controlar su evolución, aunque todavía no hay una cura definitiva.

Cada Día Mundial del SIDA gira en torno a un tema diferente. Este año el lema será: Poner fin a las desigualdades. Poner fin al SIDA. Poner fin a las pandemias.
Han pasado cuatro décadas desde que se dieron a conocer los primeros casos de esta enfermedad y el  VIH sigue entre nosotros. Puede afectar también a la infancia y a la adolescencia.

Existe un compromiso compartido de acabar con el SIDA para el año 2030 que no se va a conseguir, debido a las grandes desigualdades en lo relativo a la prevención y el tratamiento del VIH.

El lazo rojo, es el símbolo universal que muestra el apoyo y la solidaridad para apoyar a las personas que viven con el VIH. 

El Día Mundial contra el  SIDA sigue siendo tan importante hoy como cuando empezó, y continúa recordando a la sociedad y a los Gobiernos que el VIH no ha desaparecido. A día de hoy es fundamental aumentar la financiación para la respuesta al SIDA. También es esencial que la sociedad en su conjunto tome conciencia de cómo el VIH afecta la vida de las personas, para que de este modo podamos poner fin al estigma y la discriminación, y consigamos mejorar la calidad de vida de las personas que viven con el VIH.

Equipo Editorial Familia y Salud