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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

Nacer prematuramente en zona de guerra

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Fecha de publicación: 22-10-2023

Nacer prematuramente es una experiencia abrumadora para 1 de cada 10 niños y niñas y sus familias en todo el mundo. 

Nacer prematuramente en una zona de guerra es devastador, supone añadir, a las secuelas propias de la prematuridad, las consecuencias directas e indirectas de las hostilidades y el impacto perdurable de ellas sobre su desarrollo.

La guerra afecta a distintos niveles de la salud pública y de forma diversa, según el conflicto y la fase en que se encuentre, pero las mujeres embarazadas y los recién nacidos son especialmente vulnerables en los conflictos armados debido al desplazamiento, la exposición a la violencia con el consecuente trauma o estrés físico o mental, la falta de acceso a la atención médica para realizar el seguimiento del embarazo y la asistencia al parto en un espacio seguro, adecuado y limpio. La falta de medicación, anestesia, vacunas, también implica un aumento de los trabajos de parto dolorosos y un mayor riesgo de infección por falta de antibioterapia disponible.

Nacer prematuramente en una zona de guerra donde se interrumpe sistemáticamente el suministro de combustible, medicinas y el acceso a bienes y servicio esenciales reduce drásticamente las posibilidades de supervivencia. Nacer en una zona de guerra donde se bombardean indiscriminadamente hospitales, centros de salud y transporte sanitarios, es un atentado contra los derechos de la infancia y el Derecho Internacional Humanitario.

Nacer prematuramente en una zona de guerra donde el sistema sanitario está colapsado reduce drásticamente las posibilidades de supervivencia.

Nacer prematuramente en una zona de conflicto aumenta el riesgo de sufrir una desnutrición aguda, ya sea moderada o grave, tanto de la madre como del propio recién nacido. La desnutrición detiene el crecimiento y deprime el sistema inmunológico, dejando a los bebés afectados en una situación de mayor vulnerabilidad ante las enfermedades y aumentando de manera considerable el riesgo de morbilidad y mortalidad. 

Nacer prematuramente en zonas de guerra, privados de vínculos familiares esenciales para su desarrollo, bien por muerte de los progenitores o bien por separación forzada, aumenta el riesgo de mortalidad, discapacidad, abandono, explotación, abuso o reclutamiento por las partes en los conflictos, así como puede tener consecuencias perdurables en la salud mental.

La salud materno-infantil en los conflictos armados es un derecho olvidado. Garantizarlo y asegurar que todas las mujeres y recién nacidos puedan tener las mismas oportunidades en cualquier parte del mundo es responsabilidad de los estados y los organismos internacionales, así como sancionar su violación como crímenes de guerra.

Fecha de publicación: 22-10-2023
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