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Amígdalas grandes ¿hay que operarlas?

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Fecha de publicación: 13-06-2017

Que son las amígdalas y que es la hipertrofia amigdalar

Las amígdalas (conocidas también como anginas) se localizan a ambos lados de la faringe. Están formadas igual que las adenoides (vegetaciones) por tejido linfoide. Tiene la función de proteger al organismo de infecciones virales y bacterianas. Le enseña a reconocer lo “extraño” y a defenderse. Son uno más de los muchos mecanismos de protección del organismo.

Hay niños que tienen las amígdalas excesivamente grandes. A esto se le llama hipertrofia amigdalar. No hay una causa concreta, pero las infecciones de repetición pueden contribuir al aumento de su tamaño.

Estas amígdalas grandes pueden dar problemas sobre todo de obstrucción respiratoria. Se clasifican según su tamaño de grado 0 a 4 (Figura 1).

¿Qué síntomas producen las amígdalas hipertróficas?

  • El síntoma más frecuente es el ronquido durante el sueño. Puede producir alteraciones del mismo con despertares e inquietud. Es decir, un sueño no reparador que favorece la falta de concentración durante el día, el cansancio y la irritabilidad incluso disminución del crecimiento. Esto ocurre sobre todo si el niño realiza APNEAS. Son pausas de la respiración durante un tiempo superior al doble de lo que dura un ciclo respiratorio. Esto no es lo mismo que el ronquido ocasional que acompaña a los catarros, que puede ser considerado normal.

  • Respiración por la boca que produce con el tiempo una maloclusión de los dientes (no encajan bien) con un paladar ojival (paladar hundido) y malposición dentaría.

  • Cambios leves en la voz “gangosa”, mal aliento.

  • Se suelen acompañar de adenoides grandes que aumentan todos estos síntomas y favorecen la retención de moco, otitis y sinusitis.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Se realiza en la exploración habitual del niño, por visión directa con una buena fuente de luz y la boca bien abierta.

Se deben hacer estudios de la apnea del sueño en casos dudosos para valorar la existencia y la intensidad de los episodios de apnea.

¿Siempre que hay amígdalas grandes hay que operar?

NO.

En general, lo correcto es observar y esperar. Las amígdalas tienden a disminuir de tamaño con el tiempo. Coincide con la disminución de las infecciones respiratorias hacia los 5 años de edad. Solo se opera cuando:

  • Causan obstrucción de la vía respiratoria con apneas del sueño.

  • En algunos casos de maloclusión dental que se deba a la hipertrofia amigdalar.

  • En caso de amigdalitis de repetición. Esto es, 7 episodios o más en un año o 5 episodios durante dos años seguidos y que se deban a una bacteria Estreptococo hemolítico (muchas de las amigdalitis son producidas por virus). Esta indicación también se puede dar con amígdalas pequeñas.

¿En qué consiste la operación?

La amigdalectomía es la extirpación completa de las amígdalas. Se realiza con anestesia general. El niño se queda unas horas en observación. Habitualmente se va a casa el mismo día de la intervención. Las complicaciones son poco frecuentes.

Hay otras técnicas, como la amigdalectomía parcial. Pero en este caso pueden volver a crecer hasta en un 16% de los casos, sobre todo si el niño tiene menos de cinco años.

En niños operados por apneas moderadas o graves o con otros problemas asociados como obesidad o malformaciones faciales se les tendrán más tiempo en observación postoperatorio.

¿Desde qué edad se pueden operar las amígdalas?

No hay una edad límite. En el momento en que se detectan apneas hay que intervenir. Esto suele ocurrir entre los dos y diez años.

Me han dicho que bajan las defensas después de operar ¿es verdad?

Hoy en día se sabe que no hay alteración de la inmunidad, es decir no bajan las defensas.

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: 

Fecha de publicación: 13-06-2017
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