¿Qué son los Barnahus?

Muchos miles de niños sufren abuso sexual en nuestro territorio.

No podemos decir cuántos porque debido a que no existe un registro unificado y especialmente al secretismo que lo rodea, la mayoría no son denunciados, y de los que lo son una mínima parte resulta en condena para el agresor. Por qué? Porque por un lado habitualmente no hay lesiones físicas y por otro lado no hay testigos. La única prueba es el testimonio del o la menor (sin estrategias pensadas, sin defensas, sin dobles sentidos, atemorizado, amenazado muchas veces) contra el testimonio del adulto (la mayoría de las veces conocido, cercano, querido, “fiable”,” buena persona”, con armas para elaborar una estrategia, defenderse y ridiculizar al menor).

Se calcula que sólo el 15% se atreven a denunciar y de esos sólo el 30% llegan a juicio oral.

Si esta niña o niño de, por ejemplo 6 años, se atreve a denunciar, comienza un peregrinaje de declaraciones en el que tiene que contar lo vivido unas 8 veces de media a diferentes servicios que dan respuesta a una necesidad concreta. A esta repetición de declaración le llamamos revictimización. Y en este doloroso proceso el o la menor puede contradecirse e incluso modificar versiones contestando lo que se cree que se espera de él. El proceso puede alargarse hasta 3 años para acabar teniendo que declarar delante del abusador.

Mientras tanto el o la menor no recibe ayuda ni apoyo psicológico y en muchas ocasiones incluso se desconfía de él o ella.

Para evitar esto, Save the Children, tras realizar un informe sobre la situación actual y concluir que hace aguas en demasiados puntos del circuito, propone abrir las casas piloto Barnahus, espacio amigable donde atender a los y las menores de forma integral, discreta y rápida.

El niño o niña iría directamente a esta Barnahus a donde acudirían juez, pediatra, psicólogo, policía, bienestar social, etc.(tal vez vía telemática en el futuro).

La casa está decorada para que se sienta a gusto, con juguetes y ambiente amigable. La declaración sería única y grabada tras un espejo espía, al otro lado estarían los profesionales. Y esta entrevista grabada será la prueba de cargo sin necesidad de que esa niñita tenga que volver a declarar. Ésta es la prueba preconstituida

Estas casas existen desde hace 25 años con un éxito notable. Hay más de 70 en Europa. Desde cualquiera de los cientos de puntos desde los cuales puede llegar el aviso (colegios, centros de salud, espacios deportivos, policía, bienestar social…) se tendrá acceso prioritario a la Barnahus que garantizará el interés superior del menor.

Esto irá además unido a una formación específica de la que actualmente se carece, de todos los profesionales que participan.

Tras 25 años de experiencia se ha demostrado que en estas casas el menor se recupera física y psíquicamente de forma más rápida y mejor, que se han investigado más casos y que ha aumentado increíblemente el número de condenas (al triple)

Allí se atenderá también a los familiares y se tratará a la niña o niño para que se recupere de ese terrible trauma.

Puntos importantes a recordar:

• Hay que formar y educar para prevenir el abuso sexual antes de tener que llegar a las Barnahus
• En caso de conflicto, el interés preeminente es el del menor, siempre el interés superior del menor.
• La gestión del abuso sexual infantil no es judicial sino interdisciplinario, de múltiples organismos que deben de coordinarse.