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Enfermedades transmitidas por garrapatas: fiebre botonosa

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Fecha de publicación: 19-04-2017

Las garrapatas son artrópodos de la familia de los ácaros y las arañas (no son insectos) que se alimentan de sangre. Cuando lo hacen, pueden transmitir a través de su picadura enfermedades infecciosas producidas por distintos microorganismos (bacterias, virus). Entre las bacterias que una garrapata puede transmitir, destacan las rickettsias. De éstas hay muchas especies distintas que dan lugar a enfermedades distintas. Entre ellas la más importante es la fiebre botonosa.

¿Es frecuente esta infección tras la picadura de una garrapata?

No, no lo es. De hecho la mayor parte de las veces que una garrapata pica no transmite infecciones. Aún así debemos intentar prevenir sus picaduras y vigilarlas después.

¿Cómo se manifiesta la fiebre botonosa?

También se llama fiebre exantemática mediterránea. Está causada por la bacteria Rickettsia conorii. Se transmite a través de las garrapatas del complejo Rhipicepahlus sanguineus o “garrapata marrón del perro”. Casi todos los casos se dan en los meses de primavera-verano.

Esta infección da lugar a tres síntomas clave: FIEBRE+ MANCHA NEGRA+ EXANTEMA (sarpullido).

Entre 7 y 21 días después de la picadura de la garrapata, aparece en ese lugar una costra o “mancha negra”, como se muestra en la figura.

Además siempre aparece fiebre, que puede acompañarse de síntomas parecidos a una gripe (dolor de cabeza, dolores musculares) y conjuntivitis.

Unos días después, aparece un sarpullido por todo el cuerpo. También en las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Puede haber casos graves, pero no son frecuentes en niños.

¿Cómo se diagnostica la fiebre botonosa?

Lo más importante para el diagnóstico es la sospecha clínica y tener en cuenta el antecedente de la picadura por garrapata.

Además, se puede intentar aislar la bacteria o buscar su material genético en muestras tomadas de la propia escara, de las lesiones de la piel o en la propia garrapata.

También se pueden hacer análisis de sangre que nos dirán si hay anticuerpos frente a la bacteria.

¿Cómo se trata la fiebre botonosa?

Se trata con antibióticos. El tratamiento es necesario para conseguir disminuir la duración de los síntomas y evitar complicaciones.

La elección del antibiótico más adecuado así como la pauta a seguir es decisión del médico.

¿Qué se puede hacer para evitar que suceda?

Lo primero es tomar las medidas oportunas para evitar las picaduras de garrapata.

Tras una salida al campo, siempre hay que revisar la piel y el cuero cabelludo. En el caso de ver alguna garrapata hay que retirarla lo antes posible pidiendo ayuda médica si no se sabe cómo hacerlo (Lée el documento ¿Pueden prevenirse las enfermedades transmitidas por garrapatas?).

Los 21 días después de la picadura, debe vigilarse la zona. Si aparece una mancha negra según lo que se ha descrito o aparece fiebre, se debe consultar con el médico. 

Fecha de publicación: 19-04-2017
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