Los deberes, ¿qué debemos hacer? ¿Hasta dónde ayudar?

En ocasiones los niños necesitan reforzar los conocimientos aprendidos en la escuela. Si piden ayuda, ¿cuánto deben involucrarse los padres?

¿Por qué hacer deberes?

Los deberes en casa no son más que un trabajo extra para reforzar lo aprendido en el día. En países como Finlandia, los deberes son colaborativos. Es decir, se trabajan en casa solo las áreas donde el niño falla más en el colegio. Aprender a organizarse el tiempo y asumir responsabilidades es importante desde que son pequeños.

¿Qué aprenden también los niños con los deberes?

1. Leen y siguen instrucciones en forma independiente.

2. Distribución y organización del tiempo.

3. Buena presentación de los trabajos y dar lo máximo de sí mismos.

4. Desarrollo de la autoestima por el trabajo bien hecho

5. Responsabilidad.

6. Disciplina.

Por todo esto, el beneficio va más allá de los estudios.

¿Tiene el niño un buen sitio para hacer los deberes?

El lugar de trabajo debe ser siempre el mismo. Debe estar bien iluminado. Si el niño es diestro es mejor que reciba la luz por el lado izquierdo. Si es zurdo, por el lado contrario. Debe ser un lugar cómodo, tranquilo.

Evitar distracciones siempre que se pueda. Es muy importante. Cuantas menos distracciones tenga su mesa, más fácil le resultará hacer los deberes. Menos tiempo tardará en hacerlos. La mesa debe estar provista de material escolar y de consulta por si fuese necesario.

La silla debe ser regulable a su altura. Los pies deben apoyar en el suelo. La postura debe ser correcta y cómoda.

Si el niño necesita ordenador ocasionalmente, es recomendable colocarlo en un lugar de uso común. Así se evitan distracciones en el tiempo de estudio. Si necesita usar internet, hay que estar con él para supervisar su uso del mismo.

¿Cómo puede ayudar la familia a su hijo con los deberes del colegio?

Hoy en día, los padres se implican más que nunca en los deberes escolares. Pero los deberes son del niño y hay que establecerlos como una prioridad. Los padres pueden ayudar a sus hijos. Pero no siempre lo hacen de forma adecuada. Es importante que el niño trabaje de forma independiente. Un mal apoyo puede generar dependencia y transmitirle la idea de que no es capaz de hacerlos por si mismo. Que el niño se acostumbre a hacer sus tareas todos los días hará que adquiera un futuro hábito de estudio. Aunque este hábito lo necesitará para etapas escolares venideras, es importante que se cree desde edades tempranas. Es fundamental estar cerca y disponible para apoyar y guiar al niño cuando le haga falta. También es bueno revisar los trabajos cuando termine. No es bueno darle las respuestas correctas o acabarle los trabajos.

Algunas estrategias para facilitar la tarea:

1. Establecer una rutina de trabajo, con un horario regular. Enseñarle a distribuir el tiempo. Dividir los deberes en pequeñas tareas, que son más asequibles.

2. La familia debe saber si el niño tiene tarea, sin llegar a ser un policía. Solo hay que facilitar las cosas.

3. Las sesiones de los deberes deben estar organizadas estratégicamente. Algunos niños pueden preferir hacer primero los trabajos más difíciles. En cambio, otros prefieren primero las tareas más fáciles. El descanso es necesario cuando precise.

4. Puede ser útil enseñarle técnicas de estudio. Al principio un niño no es organizado de manera natural. Todo se aprende.

5. Enseñarle a aplicar las cosas del colegio al mundo real. Aprovechar cualquier momento para reforzar lo aprendido. Le resultará más atractivo.

6. Animarle a pedir ayuda cuando le haga falta. Elogiar siempre su esfuerzo, mucho más que los resultados obtenidos.

7. Mantener el contacto familia-profesores es muy importante, sobre todo si hay dificultades. El diálogo es fundamental.

¿Problemas con los deberes?

Si todo el tiempo se queja sobre los deberes o le cuesta mucho hacerlos puede indicar un problema.

Cuando un niño se queja constantemente o lo pasa realmente mal al intentar entender o hacer los deberes, puede que haya problemas de aprendizaje, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o dificultades visuales o auditivas que interfieran en su progreso. Sería bueno una valoración por parte del equipo de orientación escolar.

Lecturas recomendadas:

• López-Cheda N. No seas la agenda de tu hijo y prepáralo para la vida. La esfera de los libros, 2015.

• Millet E. Hiperpaternidad. Plataforma actual, 2016.