El prospecto de un medicamento. La solución al jeroglífico

El prospecto de los medicamentos suele ser muy denso. También se llama ficha técnica. A veces usan palabras difíciles de comprender. Sin embargo, siempre es aconsejable leerlo y entenderlo antes de usar el medicamento.

¿Por qué son tan parecidos todos los prospectos?

Todos los prospectos tienen los mismos apartados. Están estructurados de la misma forma:

- Qué es y forma de presentación (nombre, composición y presentación).

- Para qué se usa (indicaciones).

- Cómo tomarlo (posología o dosificación).

- Cuando no hay que tomarlo (contraindicaciones).

- Efectos adversos.

- Conservación.

¿Qué es y qué forma de presentación tiene? (Nombre, composición y presentación)

Viene el nombre, su composición (principio activo) y la forma de presentación (jarabe, comprimidos, cápsulas, gotas, etc.)

¿Para qué se utiliza? (Indicaciones)

Se nombran los síntomas o enfermedades para los que se usa.

¿Cómo hay que tomarlo?  (Posología y dosificación)

Es la cantidad de medicamento que hay que tomar. La dosis en cada toma, la dosis total al día y cada cuántas horas hay que tomarlo. A veces señala la dosis para niños según su peso o su edad. Puede también decir si hay que tomarlo con las comidas o mejor separado de ellas. Otras veces indica qué hacer en caso de olvidar una dosis o en caso de una posible intoxicación.

¿Cuándo no hay que tomarlo? (Contraindicaciones)

Advierte que no hay que tomarlo en caso de ser alérgico. Dice si no está indicado en niños, en ancianos o con enfermedades (por ejemplo, celíacos o diabéticos). También, vendrá si se puede tomar durante el embarazo o la lactancia. Y las posibles interacciones o incompatibilidades con otras sustancias u otros medicamentos.

¿Qué efectos no deseados puede producir? (Efectos adversos)

Dice los efectos no deseados encontrados durante la experimentación o al comercializarse. Solo suelen presentarlos algunas personas y la mayoría son leves. Si son más raros o graves es necesario comunicarlo a nuestro médico y notificarlo al Centro Español de Farmacovigilancia.

La aparición de efectos adversos no obliga siempre a dejar de tomarlo. Pueden ser pasajeros o muy leves frente al mayor beneficio de tomarlo.

¿Cómo actúa? (Propiedades farmacológicas)

Suele ser la parte más dificultosa de entender. Explica el mecanismo por el que actúa el medicamento. Es información importante sobre todo para el profesional que lo receta.

¿Cómo tengo que guardarlo? (Conservación)

Dice las condiciones que se deben cumplir para guardarlo. Y si se debe o no tirar una vez que esté abierto.

El prospecto suele terminar con datos de la comercialización del producto y del laboratorio que lo fabrica.

Es importante guardar el prospecto con el medicamento correspondiente. Se puede necesitar para solucionar dudas en un futuro.