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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

Salud afectivo-sexual del niño y del adolescente

Fecha de publicación: 19/09/2023

Es frecuente identificar el afecto con la emoción. Aunque son fenómenos diferentes, están muy relacionados entre sí. 

La emoción es una respuesta individual interna que informa del bienestar que ofrece cada situación. El afecto es un proceso de interacción social entre dos o más seres. El afecto fluye entre las personas, es dar y recibir. Proporcionar afecto requiere esfuerzo. El afecto es algo esencial para la especie humana, en especial en la niñez y en la enfermedad.

Las emociones son reacciones del cuerpo y de la mente como respuesta a ciertos estímulos: personas, lugares, sucesos, recuerdos. Determinan nuestra relación con el mundo. 

La salud afectiva es un aspecto fundamental de la crianza y el desarrollo normal del niño. A medida que los niños crecen, se les debe enseñar a manejar las emociones, a expresar los sentimientos de forma adecuada.

La sexualidad es un aspecto central del ser humano. Abarca el sexo, las identidades y papeles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Los humanos somos seres sexuados. La sexualidad y el deseo están presentes en cada uno de nosotros desde que nacemos hasta que morimos. Evolucionan y se expresan de maneras diferentes en cada edad y en cada persona. La afectividad y la sexualidad forman parte del concepto de la salud global de los niños y adolescentes.

La salud afectiva y la sexual van unidas y el desarrollo de ambas abarca toda la vida de una persona. A efectos  prácticos, en este texto las vamos a separar.  

  1. SALUD AFECTIVA

El vínculo afectivo o apego es la relación amorosa e íntima que se crea desde el nacimiento entre el bebé y sus cuidadores, sobre todo la madre. El vínculo con un adulto es una necesidad tan básica como el comer. Al nacer un hijo, a los padres les surge una capacidad instintiva de protección y amor para toda la vida. Tras el parto, el contacto piel con piel del niño y de la madre favorece el vínculo afectivo. El bebé se siente seguro y protegido con el contacto físico y el calor humano. El bebé usa los cinco sentidos para comunicarse con el mundo que le rodea. Reconoce el olor de su madre,  busca el alimento y el contacto,  distingue  sonidos (sobre todo la voz materna) y mira las caras. La lactancia materna facilita una buena relación de apego, da al bebé paz y calor. Por ello, si se alimenta al bebé con biberón, se debe intentar reproducir una escena de proximidad similar al de la lactancia materna. El padre también juega un papel importante en la lactancia. Más adelante, el contacto físico y el apego se favorece llevando al niño en el portabebés (porteo ergonómico).

En los primeros años los niños necesitan  estabilidad emocional para crecer y desarrollarse. Con el juego y el movimiento aprenden y se relacionan, sobre todo si se acompañan de risas y abrazos. Se ha visto que los niños criado en orfanatos o con falta de afecto tienen problemas en su desarrollo físico y psicomotor. La carencia de estímulos adecuados a una edad  temprana afecta al desarrollo del aprendizaje, al lenguaje y al rendimiento escolar en el futuro.

A medida que nuestros  hijos crecen, podemos ayudarles a expresar y gestionar sus emociones. La parentalidad positiva es querer, cuidar, proteger y educar a nuestro hijos. No obstante, debemos saber decirles “No” y ponerles  normas y límites. No se deben confundir los términos de padres sobreprotectores con el de padres responsables y cariñosos. También debemos aprender y enseñar a pedir perdón a nuestros hijos.

Leer en voz alta a los niños, a compartir con ellos momentos de ocio y actividades, estimula sus mentes y crea lazos afectivos con ellos.

El niño aprende a socializar y a comunicarse en el seno de la familia. Por el contrario, ésta puede ser un nido de conflictos, y conviene usar una “comunicación eficaz y no violenta”, especialmente con los adolescentes.  

Puedes disfrutar de la crianza de tu hijo al tiempo que le proporcionas cariño y educación. Para ello, te recomendamos leer el Decálogo para una Infancia Feliz de la AEPap (Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria).

La familia extensa, sobre todo los abuelos, son otras fuentes de amor y protección. Las relaciones con los amigos son muy importantes a lo largo de la vida.

  1. SALUD SEXUAL

Somos seres sexuados, la sexualidad forma parte de nuestra vida desde el nacimiento. La sexualidad es personal, una forma de sentirse a uno mismo, de expresión y de relación con los demás. La forma de vivirla cada afecta al resto de aspectos de su vida. La salud sexual es el bienestar físico, emocional, mental y social asociado  con la sexualidad. Sentirse bien en este ámbito es una de las claves para ser feliz. La erótica es una forma concreta de expresar cómo se siente la sexualidad.

  • Los preescolares de 3-4 años se identifican como niño o niña.
  • A los 4-6 años, empiezan a notar las diferencias entre niños y niñas. Buscan satisfacción al tocar su cuerpo  y se exponen desnudos en público. Son curiosos y preguntas sobre el cuerpo. Los padres pueden aprovechar estos momentos para resolver sus dudas e iniciar la educación sexual de forma sencilla  y adaptada a su nivel de madurez.
  • A partir de los siete años empiezan a buscar intimidad y no les gusta exhibirse.
  • Llegan  el momento de la pubertad y la adolescencia temprana (11 a 14 años). Se produce la maduración sexual. En esta etapa se establece la identidad sexual  y la orientación sexual. De nuevo en esta etapa redescubren su cuerpo y buscan sensaciones de placer.
  • En la adolescencia tardía (14 a 18 años), pueden empezar a tener relaciones más serias. Se debe hablar pronto con los hijos sobre la sexualidad y sus riesgos (enfermedades de transmisión sexual, embarazo), protección y formas de relación responsables. No hay una edad óptima para iniciar las relaciones sexuales, cada persona tiene su propio ritmo. Nuestro hijos deben descubrir cuándo es su momento adecuado y aprender a resistir las presiones sexuales de su pareja o la opinión de su grupo de amigos, aprender a decir “No”. Todo lo relacionado con la sexualidad les importa y preocupa.  Muchos chicos consultan sus dudas sexuales en Internet o con sus amigos. Es mejor si pueden contar con el apoyo y los consejos de un adulto de referencia. Los docentes deben formarse en educación afectivo-sexual. Aconsejamos a los jóvenes la lectura del Decálogo sobre la sexualidad en el adolescente

Para mayor información, podéis consultar estos apartados de nuestra web Familia y Salud:

RECURSOS

1. Cuentos y Libros para tod@s

2. Y por último os recordamos webs y recursos sobre sexualidad:

  • Vídeos sobre sexualidad en nuestra web
  • FAMIPEDLa sexualidad en adolescentes y jóvenes
  • App útiles para aprender y educar en sexualidad
    • Yo me quiero, yo me cuido. Para prevenir el abuso sexual infantil y promover el autocuidado en los niños de 5 a 8 años.
    • Cómo soy. Para responder en forma clara y sencilla las preguntas más comunes de niñas y niños de 6 a 8 años. como son: diferencias anatómicas entre de niñas y niños; nombre correcto de los genitales y aspectos generales del embarazo y parto.
    • Hablemos de sexualidad. Podrás aprender, experimentar, descubrir, aclarar, consultar, navegar, educar, contactar, formarte y mucho más, en todos los temas de sexualidad. + 12 años.
    • Sexuados. Está incluida dentro del proyecto ‘Sexualidades, proyecto educativo’ de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Asturias. Se presenta como un juego estilo Trivial. + 14 años.

Equipo Editorial Familia y Salud