La enfermedad por arañazo de gato se transmite no sólo por un arañazo, sino también por mordiscos, saliva en lesiones de la piel y mucosas o por picaduras de pulgas del gato. Suele ser una enfermedad leve, que presenta una adenopatía con más o menos síntomas generales. Se sospecha por la historia y se confirma con un análisis de sangre o biopsia del ganglio que se inflama. Suele curar solo, aunque a veces requiere tratamiento antibiótico o incluso ingreso en hospital.