Púrpura trombopénica autoinmune

¿Por qué a mi hijo le salen tantos hematomas?

Es normal que los niños tengan moratones. Se debe a su edad y a que juegan todo el rato. No es raro, ni un problema que los niños tengan hematomas en las espinillas si son buenos jugando al fútbol. Pero cuando empiezan a surgir en muchas zonas del cuerpo, o aparecen sin apenas golpe o roce fuerte hay que hablar con el pediatra.

¿Qué es una PTI?

Son las siglas que se usan para referirse a un cifra baja de plaquetas en sangre cuya causa es una respuesta autoinmune errónea.

Las plaquetas son necesarias para conseguir una buena coagulación de la sangre. Si por una causa cualquiera se rompe un vaso sanguíneo estas actúan como ladrillos y taponan el roto que se ha hecho en la pared. Los factores de la coagulación de la sangre son el cemento.

Un fallo en cualquiera de estos elementos hace que la sangre no coagule bien y se pierda sin medida ni control.

La causa más frecuente de que baje el número de plaquetas en los niños es inmunitaria. Aunque existen otras causas.

Lo que pasa es que se forman anticuerpos que atacan nuestras propias plaquetas de manera que acortan su vida o directamente las destruyen.

¿Y qué síntomas tiene un niño con PTI?

Varía según cuántas plaquetas le queden y cómo funcionen. Si el número de plaquetas que se han roto no es muy grande lo normal es que no le pase nada o incluso no nos enteremos. Pero si la cifra sigue cayendo pueden aparecer hematomas. Y si el número desciende por debajo de un umbral se pueden producir sangrados internos peligrosos.

¿Cómo se puede evitar que esta enfermedad se produzca?

Las enfermedades autoinmunes no se pueden prevenir. Se producen por factores que no se pueden controlar, como nuestra propia genética.

A veces en ciertas personas predispuestas se produce porque un virus desencadena el proceso, al igual que otras enfermedades de este tipo.

¿Y cómo se trata?

La decisión de usar medicamentos será del médico teniendo en cuenta los síntomas del niño y sobre todo, de su cifra de plaquetas.

Si bajan por debajo de un nivel de seguridad lo más probable es que tenga que tomar corticoides. Son medicamentos que intentan bloquear la respuesta autoinmune que constituye la causa del problema.

Pero si con los corticoides no fuera suficiente puede que sean necesarias inmunoglobulinas. Estas se interponen entre los anticuerpos dañinos y las plaquetas, para intentar que los primeros no dañen a las segundas.

Finalmente existen, como en otros problemas autoinmunes, medicamentos biológicos que son nuevos y prometedores. Cada vez se usan más, sobre todo en casos resistentes a otros tratamientos. Pueden actuar bloqueando a los linfocitos B que producen los anticuerpos dañinos o bien estimulando a la médula ósea para que fabrique nuevas plaquetas.

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