Hay que aprender a convivir con las emociones porque son normales. Lo primero es saber identificarlas, después intentar conocer la causa y saber gestionarlas. Y contar con que siempre podemos pedir ayuda.
Si los adolescentes que padecen problemas de salud mental reciben los cuidados adecuados, esto podría evitar muchas muertes y un elevado índice de sufrimiento. ¡Hay que pensar en ellos!