Enfermedades de la sangre ¿te suenan?

La sangre puede sufrir numerosas enfermedades que podemos dividir en:

• Enfermedades de los hematíes o eritrocitos, como la anemia por déficit de hierro, la anemia megaloblástica, la anemia aplásica, la anemia de células falciformes (por hemoglobina S), la talasemia (alfa talasemia y betatalasemia), etc. Son las células que contienen la hemoglobina que transporta el oxígeno hacia los tejidos de nuestro cuerpo. En la superficie de los glóbulos rojos hay varios tipos de proteínas que determinan el grupo sanguíneo del paciente  que hay que tener en cuenta cuando se hace  una donación de sangre. 
• Enfermedades de los glóbulos blancos o leucocitos, como las inmunodeficiencias. Son las células que sirven para defender el organismo de bacterias, virus, parásitos y hongos y otros agentes externos como los alergenos.
• Enfermedades de las plaquetas, como la purpura trombocitopénica autoinmune. Son las células que coagulan la sangre para evitar hemorragias cuando hay alguna herida.
• Enfermedades que afectan a las proteínas que lleva el plasma como la albumina, los factores de coagulación (como la hemofilia) o las inmunoglobulinas (anticuerpos).
• Hemopatías malignas como las leucemias (tumor de las células de la sangre que se inicia en la medula ósea) linfomas (tumor de los glóbulos blancos que se inicia en el sistema linfático) y mielomas múltiples.

Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de enfermedad. Algunos ejemplos son palidez y cansancio (por anemia), fiebre, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos y del bazo (leucemia o linfomas), formación de trombos y coágulos o aparición de petequias, púrpura o moratones en la piel (enfermedades plaquetarias), infecciones de repetición (inmunodeficiencias).

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Equipo Editorial Familia y Salud