La infancia en África mejora y queremos que lo sepáis
Como pediatras que hemos tenido la fortuna de conocer de cerca la realidad africana, es emocionante y alentador ver cómo el continente está experimentando una transformación positiva en la atención a la salud de miles de niños y niñas. Y no queremos que pase desapercibido.
A pesar de los desafíos históricos, climáticos y de la actual colonización, la región está demostrando una resiliencia sorprendente y un compromiso inquebrantable con el bienestar de sus jóvenes. A medida que nos adentramos en el siglo XXI, hay razones para ser optimistas sobre la salud infantil en África, aunque es importante reconocer las diferencias respecto a países más desarrollados, como España.
1. Reducción de la mortalidad infantil:
África ha logrado avances muy significativos en la reducción de la mortalidad infantil en las últimas décadas. Gracias a los programas de inmunización, a la posibilidad de ir a centros de salud y a una mayor conciencia sobre la salud infantil, las tasas de mortalidad por diversas enfermedades han disminuido mucho.
Sin embargo, no podemos evitar notar la brecha con respecto a países como España, donde las tasas de mortalidad infantil son notablemente más bajas. África aspira a nuestras tasas de mortalidad infantil conseguidas gracias a nuestro sistema de atención primaria de salud, hospitales y a las políticas de bienestar social.
2. Acceso a la atención médica, la suerte de poder tener atención sanitaria:
Año a año, cuando acudimos a África, vemos cómo aumenta la inversión en construcción de centros sanitarios y en capacitar al personal médico.
Pero, a pesar de los avances, tenemos un gran desafío en muchas comunidades rurales y desfavorecidas. Por suerte, las ONG (organizaciones no gubernamentales) y sus gobiernos trabajan juntos para ello.
3. Avances en la prevención y tratamiento de enfermedades:
En nuestro estado contamos con una sólida infraestructura de salud que permite dar la importancia que tiene a la prevención y no sólo al tratamiento de enfermedades infantiles. En África, aunque se mejora y se reducen las tasas de transmisión, la lucha contra enfermedades como tuberculosis, VIH/SIDA o malaria, que tanto se beneficiarían de la prevención, sigue siendo una prioridad. También la desnutrición, el control de las embarazadas y los partos con personal sanitario tienen un largo camino de mejoría.
4. Educación sobre salud y nutrición:
En España se ofrece a las familias una educación integral sobre salud y nutrición. En África, intentamos que madres y cuidadores aprendan cada día más sobre la importancia de la alimentación adecuada y la higiene, lo que se traduce en una disminución de enfermedades y desnutrición infantil. Pero aún queda mucho, sobre todo en zonas rurales.
5. Empoderamiento de la mujer:
Está demostrado que a medida que las mujeres obtienen acceso a la educación y efectivo monetario, cuidan mejor de sus hijos e hijas y tienen más acceso a servicios de salud. Aunque se están haciendo esfuerzos significativos, vemos que todavía hay un largo camino hasta alcanzar la igualdad y el empoderamiento femenino que tenemos en nuestra sociedad.
6. Innovación tecnológica:
No podemos olvidarnos de la importancia de la tecnología en la atención médica infantil en África. Aunque no a nuestro nivel, la telemedicina y las aplicaciones móviles van mejorando cada año y van permitiendo el acceso a la atención médica en áreas remotas, dando información sobre salud y permitiendo seguir a pacientes crónicos que viven lejos.
En resumen, África nos ha mostrado que, a pesar de las grandes diferencias con España, el compromiso y la resiliencia de sus comunidades son alentadores. Casi diríamos entusiasmantes. Hay un cambio positivo. ¡Han mejorado muchísimo, hay una hipotética solución!
España, por su parte, ofrece un modelo a seguir en términos de atención médica y en políticas de bienestar social. De ahí la importancia de la cooperación internacional y el apoyo a programas de salud infantil en África. La ayuda extranjera de las ONG, además del esfuerzo del continente, han sido factores determinantes en este avance.
Cada contribución, ya sea financiera o a través de recursos médicos y conocimientos, puede marcar una gran diferencia en la vida de un niño o niña. Y ellos son quienes construirán África en el futuro.
Juntos, con nuestra generosidad, podemos ser parte de esta historia de éxito. Conozcamos, comprendamos y apoyemos el avance y la lucha de África.
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Maite de Aranzábal Agudo. Pediatra. Centro de Salud "Lakua-Arriaga". Vitoria-Gasteiz
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Dolors Canadell Villaret. Pediatra. Centro de Atención Primaria de Barberá. Barberá del Vallés (Barcelona)