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al cuidado de la infancia y la adolescencia

Abuela pediatra en tiempos de COVID-19

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Fecha de publicación: 7-04-2020

Soy pediatra, trabajo en un centro de salud. Y soy abuela de un niño de 19 meses de edad. Mi nieto vive muy cerca. Mi marido y yo hemos acompañado a sus padres en toda su crianza.

Os contaré que en este momento estoy convaleciendo de COVID-19. He tenido una enfermedad leve-moderada y he podido pasar la enfermedad en casa sin tratamiento especial. Estoy pendiente del alta para poder volver al trabajo. Por ello, he estado también recluida dentro de mi propia casa.

Días de cuarentena por el COVID--19

Desde que se declaró la epidemia de COVID-19 en España, el gobierno ha impuesto una serie de restricciones. Una de ellas ha sido el confinamiento de gran parte de la población en sus casas. Las medidas iban encaminadas a contener los contagios. A partir del 12 de marzo de 2020, los niños dejaron de ir a las guarderías y colegios.

Esto supuso un problema para los padres trabajadores. ¿Con quién dejaban a sus hijos? Cada familia lo intentó resolver como pudo: Teletrabajo, reducción de jornada, despidos temporales. Algunos contaban con la ayuda de la familia, sobre todo de los abuelos. Pero los abuelos eran de riesgo para la infección del coronavirus por su edad. Se planteó el dilema: ¿Y si los niños contagiaban a los mayores?

¿Qué han supuesto las medidas de aislamiento para los niños?

Estos días de aislamiento por el coronavirus han sido muy difíciles para todos. Ha sido especialmente duro para las familias con niños pequeños. Los padres que teletrabajaban se turnaban para atender a los niños.

Los pequeños no pueden salir a la calle. La situación es más dura en las familias con pisos pequeños, con poca luz o sin balcones o jardín. Y no digamos de las familias que viven hacinadas y con escasos medios.

Entretener a los niños supone alardes de imaginación. Criaturas acostumbradas a sus guarderías, parques, paseos, familiares se quedan ahora solo en casa con sus padres. Tienen menos estímulos de gente alrededor. Y no están acostumbrados a aburrirse.

Ha habido muchas iniciativas de todo tipo de ocio y educativas para los pequeños.

Abuela pediatra aislada

Desde el inicio de mi enfermedad, mi hija llama a diario, se preocupa por la evolución. El niño me alegra. Le oigo a través del móvil. En estas tres semanas parlotea mucho más. Noto la evolución de su vocecita, no le entiendo. Nos comunicamos por vídeo, el niño besa el móvil cuando le digo “un beso”. Tapa todo el rato la pantalla. Se pone nervioso, solo quiere cogerlo. No parece entendernos, pero creo que se alegra.

Como pediatra, he intentado mantener la calma en la familia. Les comento que los niños suelen pasar una infección leve. Eso quita tensión, pues es lo que más preocupa a los padres. Intento trasmitir noticias positivas. Que esto pasará, que los niños son muy resistentes. Tienen una gran capacidad de crear, de imaginación, de juego.

Algunos beneficios de la cuarentena para los niños

Al nieto le han desaparecido sus mocos. Ni una tos desde el comienzo de la cuarentena. Algo es algo. Come más, se está poniendo gordo. Y los padres tienen que hacerle correr por el pasillo. Ha podido pasar mucho tiempo con sus padres. A mi hija le decía que aprovechara el poder estar con él. El niño ha madurado más rápido con ese estímulo constante de sus padres.

¿Qué problemas puede haber con la cuarentena?

Mi nieto empieza a darse cabezazos. Eso me preocupa. Es muy pequeño, no entiende explicaciones ni los motivos de estar encerrado. Necesita salir a la calle. Es inhumana esta situación para los niños. Necesitan sol, un poco de paseo y juego aire libre. En otros países les dejan salir un rato acompañados y con precauciones. Espero que en España disminuya la restricción. Ya lo están haciendo para los niños autistas. Mi consejo es que se autorice para todos los niños.

Como pediatra entiendo toda la situación. Como abuela lo paso mal. Es duro cuando mi hija me dice que el niño está muy nervioso. Siento no poder ayudarla con el niño en estos momentos.

Lo que peor he llevado de mi reclusión ha sido no ver al nieto. No poder abrazarle, jugar con él, enseñarle los cuentos que tanto le gustan. Su abuelo y yo estamos deseando liberar a los padres un poco. Cuando pase la epidemia, queremos pasar rato con él. Entretenerle de la forma que lo hacen los abuelos. Con mucho cariño y calma.

Espero que esto pase pronto.

Una abuela pediatra

Fecha de publicación: 7-04-2020
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