Pancreatitis aguda

¿Qué es el páncreas y para qué sirve?

El páncreas es una glándula del sistema digestivo. Está localizado en la parte alta del abdomen, detrás del estómago. Tiene varias funciones importantes:

• La digestión de las grasas y proteínas por sustancias que produce para ser absorbidas en el intestino.
• Produce insulina, que mete la glucosa desde la sangre al interior de nuestras células.

¿Qué quiere decir pancreatitis aguda?

Es la inflamación de esta glándula. Se llama aguda porque dura poco tiempo. Si es más tiempo, se llama crónica.

Pero, ¿por qué se inflama?

Las causas más frecuentes son: golpes en el abdomen, infecciones víricas, algunos fármacos o litiasis biliares (“piedras en la vesícula”). Las litiasis no suelen dar problemas, solo si son grandes y taponan el conducto de salida de la vesícula. En una gran parte de los casos, no sabremos la causa de la pancreatitis, es lo que se llama pancreatitis idiopática.

¿Cuándo sospecharlo y cómo se diagnostica?

El signo principal suele ser el dolor abdominal agudo e intenso en la zona del estómago, que se puede continuar de forma horizontal, como un cinturón, hacia la espalda. El dolor suele aparecer después comer (que es cuando el páncreas empieza a funcionar para ayudar a digerir la comida). Puede haber también náuseas, vómitos y en ocasiones fiebre.

Si se sospecha, lo habitual es pedir un análisis de sangre, donde vemos si hay inflamación en el páncreas. Además, se suele completar el estudio con una prueba de imagen (lo mejor es la ecografía abdominal). Para poder diagnosticar esta enfermedad se tendrán que cumplir 2 de las siguientes 3 condiciones:

• Síntomas compatibles: dolor en abdomen fuerte y agudo tras la comida, en la “boca del estómago”.
• Análisis de sangre que indique inflamación del páncreas.
• Ecografía de abdomen que muestre una imagen acorde a pancreatitis aguda. 

¿Cómo se trata?

Tras el diagnóstico de pancreatitis aguda, los pacientes ingresan en el hospital para vigilar y tratar. El tratamiento se podría resumir en “dejar reposar a nuestro páncreas”. ¿Cómo lo hacemos?

• Dieta absoluta: consiste en no comer ni beber nada por la boca. Para aportar los nutrientes necesarios, se pone un suero intravenoso.
• Control del dolor con analgésicos, habitualmente intravenosos.
• Vigilar posibles complicaciones y tratarlas, en caso de que las hubiera.

El reinicio de la alimentación por vía oral va a depender de la evolución. Lo habitual es que se haga de forma lenta y en aumento, viendo cómo responde el paciente para continuar.

La mayoría de pancreatitis son leves (hasta el 80%) y van bien, se curan en pocos días. Sin embargo, algunos casos son graves o se complican, y por tanto tienen que ingresar en una UCI con vigilancia y tratamiento más intensivo.