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al cuidado de la infancia y la adolescencia

Los exantemas en la infancia, ¿cómo podemos diferenciarlos?

Fecha de publicación: 21/02/2022

"Enfermedades exantemáticas en la infancia: cuáles son"

Un exantema es una erupción cutánea. Puede ser de forma, extensión y distribución variables. Aparece en el contexto de enfermedades de causas diversas.

Los exantemas son muy comunes en la infancia. La mayoría de veces son de causa infecciosa; sobre todo por virus. También aparecen en otras enfermedades o relacionados con fármacos.

Te presentamos esta infografía donde podrás consultar cada una de las enfermedades exántematicas más frecuentes en la infancia y si  deseas  saber más sobre cada una de ellas, podrás hacerlo pinchando en la imagen para verlo en PDF.  En este, pinchanco el link en cada enfermedad accederás a toda la información.

¿Cómo diagnosticaremos una enfermedad exantemática?

En la mayoría de enfermedades exantemáticas el diagnóstico es clínico. Para ello habrá que tener en cuenta algunas características como:

1. Tipo de lesiones:

  • Máculas (manchas planas de color diferente a la piel que las rodea).
  • Pápulas (lesiones palpables, elevadas, sólidas, ≤ 1 cm de diámetro) y maculopápulas. Ejemplo de ellas son: sarampión, rubéola, exantema súbito, eritema infeccioso.
  • Eritema/eritrodermia;  enrojecimiento difuso de la piel, como en la escarlatina.
  • Vesículas (lesiones de contenido líquido); pústulas (contenido purulento), ampollas. Aparecen por ejemplo en la varicela y la Enfermedad boca-mano.-pie.
  • Petequias y equimosis (contenido hemorrágico): Meningococcemia, púrpura de Schönlein -Henoch.
  • Habones  (elevación transitoria de la piel producida por edema dérmico. No hay cambios en la superficie): Urticaria.

2. Color de las lesiones: rosadas, rojas, púrpuras.

3. Distribución de lesiones.

Las lesiones pueden estar separadas o coalescentes. Predominan en tronco o en extremidades, o van apareciendo en dirección cefalocaudal (de cabeza a pies).

Pueden afectar mucosas, palmas o plantas. Un ejemplo es la Enfermedad Mano- Boca -Pie que tiene una distribución típica. La escarlatina afecta los pliegues cutáneos.

4. Evolución: Algunos exantemas como la varicela, varían de aspecto a lo largo de su evolución. En la varicela pueden coexistir lesiones en distintas fases (imagen en “cielo estrellado”).

Antecedentes:

  • Edad del paciente. Como el exantema súbito, típico de niños pequeños.
  • Época del año. Hay exantemas de predominio estacional.
  • Vacunaciones previas. Algunas infecciones se previenen con vacunas específicas (sarampion, rubeola, varicela)
  • Toma de fármacos, en las dos semanas previas (exantemas medicamentosos, síndrome de Stevens-Johnson).
  • Alimentos: En urticarias y en alergia a proteínas de leche de vaca.
  • Contacto con enfermos (sarampión, rubéola, infecciones meningocócicas).
  • Excursiones al campo, durante los meses de primavera o verano (fiebre botonosa).

Síntomas y signos acompañantes y hallazgos exploratorios.

Las enfermedades infecciosas tienen un período de incubación, libre de síntomas. Los enfermos pueden contagiar a partir de determinados momentos, variables según el germen.

Algunas infecciones tienen un periodo prodrómico: presentan síntomas los días previos al debut de la erupción. En el sarampión o en el exantema súbito los síntomas de este periodo son llamativos.

El estado general del niño es quizás el dato que mejor define la gravedad. Los signos más precoces de la infección meningocócica, además de la fiebre o anorexia, son el dolor en extremidades, pies y manos fríos y color anormal de la piel. Los exantemas causados por enfermedades graves, que requieren una atención inmediata suelen cursar con fiebre. Un exantema petequial o purpúrico es un signo de alerta que requiere una atención urgente y una evaluación analítica para descartar una infección meningocócica. Si un exantema dura varios días, es poco probable que la enfermedad amenace la vida de forma inmediata.

Otros síntomas: La varicela y urticaria dan picor. La piel en la escarlatina es áspera, “de lija”. Otros se acompañan de catarro, diarrea, adenopatías, artralgias, irritación conjuntival…

No suele hacer falta ninguna otra prueba complementarias. A veces, se pide un  hemograma, PCR, procalcitonina, pruebas bioquímicas, cultivos, serologías o determinación directa de antígenos.

Equipo Editorial Familia y Salud