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El riñón y sus problemas

Fecha de publicación: 02/09/2022

Órganos importantes de nuestro cuerpo: los riñones.

Los riñones actúan como un sistema de filtrado de los desperdicios del cuerpo. Eliminan los productos de desecho y el exceso de agua. Y devuelven al torrente sanguíneo las sustancias que necesita (como el sodio, fósforo y potasio).

El exceso de agua se combina con otros desechos y se transforma en orina. La orina fluye a través de las vías urinarias. Primero atraviesa unos conductos delgados llamados uréteres hacia la vejiga. Allí permanece hasta que se elimina del cuerpo a través de la uretra (el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior), cuando se tiene necesidad de orinar.

Además, los riñones producen tres hormonas importantes: 

  • Eritropoyetina (estimula a la médula ósea para producir glóbulos rojos)
  • Renina (ayuda a regular la tensión arterial)
  • y la forma activa de la vitamina D (ayuda a controlar el balance de calcio en el cuerpo y a mantener los huesos sanos).

Los riñones son órganos clave para regular la concentración de sales en sangre y el equilibrio ácido-base de la sangre. 

Cuando los riñones sufren infecciones u otros problemas de salud, no funcionan de una forma correcta. Puede haber hipertensión arterial (HTA) o acúmulo de residuos en el organismo.

Las enfermedades renales en los niños se pueden presentar de formas muy diversas. A veces los síntomas se relacionan claramente con el riñón (hematuria, dolor lumbar) y otras veces son inespecíficos (anemia, retraso de crecimiento). Se pueden presentar de forma aguda, de forma gradual o ser un hallazgo casual en un examen de rutina.

El diagnóstico ecográfico prenatal descarta alteraciones anatómicas de los riñones y vías urinarias. Uno de los diagnósticos más frecuentes es la ectasia piélica renal fetal.

Si su hijo corre riesgo de tener una enfermedad renal, se le deberá hacer una prueba de orina, para descartarla. Esto es importante, porque al principio la enfermedad renal no suele mostrar síntomas.

¿Cómo sé si mi hijo corre riesgo de presentar la enfermedad de los riñones?

Según el NIH (National Institute of Diabetes and Kidney Diseases) de EEUU, su hijo puede tener riesgo de tener una enfermedad renal si:

  • tiene sobrepeso
  • tiene dolor lumbar, abdominal o en la parte inferior del abdomen
  • se queja de ardor o dolor al orinar, tiene cambios en la orina, incontinencia urinaria, chorro de orina débil, etc.
  • tiene fiebre y no se conoce la causa
  • tiene hinchados los pies, los tobillos o las piernas
  • se despierta con los párpados hinchados
  • se deshidrata con frecuencia
  • tiene algún familiar con enfermedad renal
  • se palpa una masa abdominal, sobre todo en flancos (uni o bilateral)
  • tiene dolor o inflamación articular, exantemas, cefalea, cansancio

Otros factores que pueden aumentar el riesgo de enfermedad renal en los niños son:

  • Si ha nacido prematuro o con bajo peso
  • Si tiene un trastorno del crecimiento
  • Si tiene diabetes, HTA, raquitismo, otras enfermedades hereditarias (como poliquistosis renal, síndrome de Alport o enfermedad cardíaca)

¿Qué se explora en estos niños?

Se deben medir el peso y la talla del niño (con percentiles y su evolución), los percentiles de tensión arterial y del IMC (índice de masa corporal), y el estadio puberal. Se hará una exploración general, sin olvidar nunca la palpación del abdomen, de los genitales y la zona de la espalda y lumbar.

¿Y qué otras pruebas se hacen?

La prueba básica es la tira reactiva de orina. En general, orienta o descarta enfermedad renal.

Este análisis puede detectar:

  • la presencia de glóbulos rojos y blancos en la orina 
  • la presencia de bacterias y otros microorganismos en la orina 
  • la presencia de sustancias, como la glucosa, que no se suele encontrar en la orina
  • el pH, que indica lo ácida o alcalina que es la orina 
  • la concentración de la orina 

En función de los datos clínicos y analíticos obtenidos en la visita, se realizarán  unas u otras pruebas complementarias. Pueden ser con muestras de sangre, de orina o de ambas. Se pueden solicitar otras pruebas (radiológicas, de medicina nuclear, estudios urodinámicos, biopsia renal, monitorización ambulatoria de presión arterial, etc.).

El cultivo de orina es la prueba diagnóstica de infección urinaria. Si hay proteinuria (proteínas en orina) o hematuria (sangre en orina), se buscará su origen. Se deben conocer todos los métodos de recogida de orina de que se dispone e intentar utilizar el más adecuado a la edad y situación. La función renal se estudia sobre todo con análisis de sangre y de orina.

En nuestra web Familia y Salud disponemos de una serie creciente de artículos sobre el riñón y las vías urinarias. Os enumeramos los temas disponibles hasta la fecha

Recursos de interés para los más interesados:

Equipo Editorial Familia y Salud