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Lupus eritematoso sistémico

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Fecha de publicación: 7-09-2021

El lupus es una enfermedad crónica autoinmune: las defensas se vuelven locas y pueden atacar casi a cualquier órgano del cuerpo. Afecta sobre todo a mujeres adultas, pero un 20% de los casos se inicia antes de los 16 años.

Cursa con brotes en los que hay síntomas y otros periodos en los que no. Cada persona será diferente en su evolución. Por suerte, a día de hoy existen medicamentos que alivian los síntomas y modifican el daño que el lupus ocasiona en los órganos a los que ataca, aunque no curen la enfermedad.

¿Y por qué a mujeres?

No se sabe cuál es la causa del lupus pero se asocia a muchos factores. La genética tiene un papel muy importante: aparece 10 veces más en familiares de enfermos. Como es más frecuente en mujeres, es posible que influyan las hormonas. Se ha relacionado con factores ambientales, como algunos virus o la luz ultravioleta. Parece que también puede desencadenarse por una mala coordinación del sistema inmune.

¿Es más grave en los niños?

Los niños están en fase de crecimiento: sus órganos se están desarrollando y deben hacerlo en las mejores condiciones posibles. Los efectos de la enfermedad pueden acumularse a lo largo de los años. No es fácil y es algo que preocupa, y mucho, tanto a padres como a profesionales. Un niño con una patología crónica es siempre un ser muy especial, al que vamos a cuidar en todos los aspectos. Debemos ofrecer herramientas psicológicas que les permitan afrontar su situación de la mejor forma posible.

¿Cómo se presenta el lupus?

El síntoma más frecuente es el cansancio, que a veces puede limitar su día a día. Es importante que los niños, excepto en casos concretos, sigan con su rutina. Pueden hacer deporte.

A veces hay fiebre, dolor en los músculos o cambios de peso corporal. El lupus puede cursar con daño en el riñón, dolor e hinchazón en las articulaciones, manchas en la cara en forma de “alas de mariposa”, llagas en la boca, pérdida de pelo, dolor en el pecho o dificultad para respirar, sensación de arenilla en los ojos. También sensación de dificultad para pensar con claridad, dolores de cabeza y cambios de humor.

¿Cómo se trata el lupus?

Las personas con lupus suelen estar a cargo de un reumatólogo. En el hospital se harán revisiones periódicas para comprobar que todo va bien. Se le explicará a la familia qué síntomas indican mayor riesgo y precisan consulta con sus médicos. El pediatra del centro de salud velará para que todos los aspectos de la enfermedad estén bajo control, revisará el tratamiento y la posible aparición de efectos secundarios.

Se recomienda una dieta sana y variada que garantice todos los nutrientes. Es muy importante la protección solar, porque la luz ultravioleta puede empeorar los síntomas. Si tiene daño en los riñones es probable que tenga que seguir una dieta baja en sal. Si toma glucocorticoides se controlarán el peso, los niveles de azúcar en sangre y los cambios de humor.

El tratamiento se adapta a cada paciente, según su afectación y tolerancia a cada medicamento. Los más usados son:

  1. Antiinflamatorios no esteroideos: como el ibuprofeno o el naproxeno

  2. Hidroxicloroquina: sola o junto con corticoides, suele ser el tratamiento en casos moderados.

  3. Fármacos inmunosupresores.

  4. Biológicos: los más nuevos. Se diseñan específicamente para bloquear la acción de esas defensas que se vuelven locas y atacan donde no deberían.

Antes de iniciar el tratamiento puede ser necesario hacer pruebas para descartar infecciones.

Es muy importante que se cumpla el calendario vacunal y toda la familia se ponga, cada año, la vacuna de la gripe.

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Fecha de publicación: 7-09-2021
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