Día internacional contra la hepatitis vírica: ¡se puede prevenir!

Desde el año 2005, todos los días 28 de julio la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial de la Hepatitis vírica. 

Su objetivo es impulsar a nivel mundial las iniciativas y estrategias que actúan en contra de las hepatitis víricas. Con la celebración de este día, la OMS se plantea alcanzar varios objetivos a nivel mundial. Entre ellos destaca reducir en un 90% la probabilidad de nuevas infecciones de hepatitis (A, B, C, D o E) y evitar el 65% de muertes que provoca.

La hepatitis es una infección que produce una inflamación del hígado. En esta situación el hígado no puede hacer bien sus funciones. Hay hepatitis infecciosas y no infecciosas. En los niños las infecciosas son las más frecuentes, y dentro de ellas las producidas por virus. Entre ellas, encontramos la hepatitis A, B, C, D o E, además de otros tipos, como la producida por la “enfermedad del beso”.

Los síntomas que produce la hepatitis son muy diferentes según el tipo del que se trate. En ocasiones son asintomáticas. Algunas, como la A y la E, pueden cursar de forma aguda. Producen ictericia (color amarillo de la piel), heces pálidas y orina oscura. Pueden dar fiebre y dolor abdominal. Normalmente curan solas, sin dejar secuelas. Otras, como la B y C a veces pasan desapercibidas, pero el virus tiene tendencia a cronificarse y puede favorecer la aparición de cáncer hepático.

Recordad que muchas infecciones por virus habituales en los niños pueden hacer subir las transaminasas. Estas sustancias son las que suben en un análisis cuando el hígado se inflama. Pero generalmente esto es transitorio y se normaliza en unos días.

Hay diferentes medidas de prevención de la hepatitis, según el tipo de hepatitis con el que nos encontremos. Infórmate sobre cada una de ellas en nuestra web:

• Hepatitis A: tiene un mecanismo de transmisión fecal-oral. Actualmente en España ha disminuido mucho la cantidad de casos de este tipo de hepatitis, gracias a la mejora de las condiciones sociosanitarias e higiénicas. Entre ellas, ha sido muy importante el correcto lavado de manos.
• Hepatitis B: su transmisión puede ser sexual (venérea), aunque también se puede transmitir en el embarazo o parto y por contacto sangre-sangre. Por lo tanto, debemos tener cuidado de no realizar ningún proceso invasivo del cuerpo que no tenga las normas esenciales de higiene. Cuidado con las prácticas como tatuajes o piercings. En el caso de hacérselos, deben realizarse sin riesgo.
• Hepatitis C: se transmite sobre todo por contacto sangre-sangre. Muy pocas veces se hace vía sexual o la transmite la madre al feto.
• Hepatitis D: se transmite por la sangre y afecta a los que antes ya estaban infectados por la Hepatitis B.
• Hepatitis E: su mecanismo de contagio es igual al de la A (fecal-oral).

Además, para su prevención, contamos con vacunas frente a algunas de ellas:

Incluidas en el Calendario Vacunal vigente encontrarás la vacuna frente a la hepatitis B a los 2, 4 y 11 meses, que es de vacunación universal. También hay vacuna frente a la hepatitis A, indicada para viajeros a países donde la infección es elevada y niños que residen en instituciones cerradas. También para cuando hay brotes en colegios, guarderías… así como para niños que necesitan recibir transfusiones de sangre y para proteger a aquellos que tengan una enfermedad que aumente el riesgo de tener una hepatitis grave.

Equipo Editorial Familia y Salud