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Guerra en Etiopía: las muertes silenciadas del conflicto, las mujeres embarazadas

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Fecha de publicación: 28-01-2022

El efecto mariposa de la guerra: cómo el disparo de una metralleta por un soldado en el norte de Etiopía, mata a una mujer que acaba de dar a luz en un hospital rural al sur de Etiopía.

Te explicamos cómo la guerra en Etiopía aumenta la mortalidad materna. Cómo la guerra mata a las jóvenes mujeres embarazadas ante un estremecedor silencio internacional. Son las mujeres muertas en el olvido.

Talile acaba de dar a luz en el Hospital Rural de Gambo al sur de Etiopía, una nueva vida que llora llenando de aire sus pulmones. Sin embargo, la recién estrenada madre no puede escucharlo, se encuentra con la conciencia perdida en algún lugar entre este mundo y el más allá. Después del alumbramiento el útero debe contraerse, pero en el caso de Talile un fragmento de placenta ha quedado retenido y el órgano que albergaba el feto ha quedado sin fuerza para contraerse. Las sábanas de aspecto blanquecino son teñidas de rojo. El útero de Talile sangra sin parar, generando una hemorragia post parto por atonía uterina que amenaza su vida. Las principales causas de mortalidad materna son la hemorragia per parto y la hemorragia post parto por atonía uterina como es el caso de Talile.

Hemos inyectado medicación para contraer el útero y parar la hemorragia, pero el resultado no ha sido satisfactorio, no lo hemos conseguido. Estamos ahora realizando la técnica de la compresión manual, que asusta nada más verla: consiste en introducir el brazo por la vagina hasta llegar al cuello uterino y comprimir el útero con el puño, mientras con la otra mano presionamos desde fuera por encima de la barriga.

        

Imágenes del Hospital Rural de Gambo

Talile necesita una transfusión urgente de sangre. El banco de sangre del hospital de Gambo se encuentra vacío. Contactamos por teléfono con los hospitales más próximos con la certeza de poder encontrar una bolsa de hematíes en algunos de lo bancos de sangre de los hospitales del entorno. Sin embargo, me quedo estupefacto cuando nos indican un hospital tras otro que sus neveras están también sin stock. Pregunto el motivo de dicha rotura de stock sin precedentes: la guerra.

Las ya escasas reservas habituales, son ahora priorizadas para los militares. Estoy presenciando la sombra alargada de la guerra. Mujeres como Talilu están siendo privadas de la transfusión de sangre que les salvaría la vida. El motivo: la guerra.

Dentro de mí, me arde la indignación, la rabia. La guerra, siempre injustificada, se ceba una vez más con las más vulnerables: las jóvenes e indefensas mujeres embarazadas.

Persiste el conflicto bélico en Etiopía en la región norteña de Tigray. A pesar de la dificultad de obtener información puedo leer y es conocido el aumento de desplazados internos y a los países vecinos en especial Sudán. También el aumento de desnutrición, así como la dificultad de acceso de la ayuda humanitaria que ha sido y es denunciada por las organizaciones internacionales. Niños soldados combatiendo en el frente. Mujeres violadas. Sin embargo, no he encontrado en ningún medio hablar de la escasez de bolsas de sangre.

Ahora, en tiempos de guerra, la sangre es reservada a los militares, provocando una escasez de bolsas de sangre en los hospitales de todo el país.

Las víctimas de la guerra: las jóvenes mujeres embarazadas. Que sufren y mueren en silencio, sin que nadie se acuerde de ellas.

Valgan estas palabras que escribo desde Gambo para recordarlas, reconocerlas y actuar.

Fecha de publicación: 28-01-2022
Autor/es:
  • Iñaki Alegría Coll. Pediatra. ONG Alegría Sin Fronteras y Fundación 'Pablo Horstmann'. Hospital Rural de Gambo y Clínica Pediátrica de Meki. Etiopía