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El ojo vago

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Fecha de publicación: 2-07-2014

¿Qué es?

El ojo vago o ambliopía es una disminución de la visión en el ojo que aparece durante el periodo del desarrollo visual. Se debe a la falta de uso del ojo, sin que haya ninguna alteración en su estructura. Casi siempre se produce en un solo ojo, aunque puede darse en los dos.

El ojo vago solo aparece durante la niñez, aunque si no se trata a tiempo se mantendrá toda la vida. Cuando se trata antes de los siete u ocho años, la visión del ojo se recupera y puede llegar a ser normal. Después de esa edad el tratamiento será mucho menos eficaz.

¿Por qué se produce?

El ojo actúa como una cámara fotográfica. Recoge la imagen y la envía al cerebro. Para que la visión sea normal, cada ojo debe mandar una imagen nítida (bien enfocada) al cerebro. Si un ojo manda imágenes de peor calidad, el cerebro tiende a anularlas y con el paso del tiempo esto se hace irreversible.

Las causas más frecuentes que dan lugar a un ojo vago son:

  • Los defectos de graduación como la hipermetropía, el astigmatismo o la miopía, sobre todo si hay una mucha diferencia en la graduación de cada ojo. En estos casos la imagen de cada ojo llega al cerebro con un enfoque diferente y el cerebro anula la visión del ojo que tiene más dioptrías.
  • El estrabismo: cuando se desvía un ojo, el cerebro anula la imagen de ese ojo para no ver doble.
  • Otras enfermedades como las cataratas que no dejan que la imagen llegue bien a la retina.

¿Cómo se detecta? 

El ojo vago no suele dar síntomas, ya que el niño afectado ve bien por el otro ojo y se desenvuelve con normalidad. Por eso hay que comprobar la visión de cada ojo a la edad de tres o cuatro años. Esto es algo que se puede hacer en el Centro de Salud. Se recomienda que todos los niños de esta edad pasen una revisión de la vista con valoración de la agudeza visual.

¿Cuándo se debe tratar? 

Se debe tratar desde el momento en que se detecte el problema. En cualquier caso es importante iniciarlo antes de los cuatro o cinco años. A partir de los 8 años más o menos, el tratamiento será poco eficaz y no permitirá la recuperación completa de la visión en el ojo afectado, por lo que siempre habrá un cierto grado de pérdida de visión.

¿Cómo se trata? 

Lo primero es corregir los problemas de graduación que pueda haber con gafas. De esta forma el ojo captará las imágenes de forma nítida y clara. Pero como el cerebro ya está acostumbrado a la imagen borrosa, no sabe interpretar bien la imagen nítida que se produce con el uso de las gafas. Por esta razón, también hace falta usar parches o gotas en el ojo bueno, con el fin de estimular y fortalecer la visión del ojo malo.

¿Para qué sirven los parches? 

Para tapar la visión del ojo bueno para forzar el desarrollo de la vista en el ojo vago. Los parches solo se deben usar bajo la recomendación del oftalmólogo.

Al principio puede ser difícil que el niño se acostumbre al parche porque tapa la visión del ojo bueno. Habrá que persistir y tener paciencia para poder seguir las instrucciones de uso de los parches, ya que es un tratamiento muy eficaz.

La tendencia actual es recomendar el parche durante unas horas al día. La mejoría comienza a las pocas semanas de empezar a usarlo, pero para lograr la recuperación completa de la vista suelen hacer falta bastantes meses de tratamiento.

¿Hay alternativas a los parches? 

El tratamiento más común son los parches, pero también se puede bloquear la visión del ojo bueno con gotas de atropina. Esto hace que la pupila se dilate y la visión sea borrosa, con lo que se fuerza la visión del ojo vago. Otras veces se usan gafas con un cristal opaco para ocluir el ojo bueno.

¿Se opera el ojo vago? 

El ojo vago como tal no se opera. Pero a veces hay que operar ciertos problemas que son la causa del ojo vago, como el estrabismo o la catarata congénita.

Enlaces interesantes

Fecha de publicación: 2-07-2014
Autor/es:
  • Jaime García Aguado. Pediatra. Centro de Salud “Villablanca”. Madrid
  • Grupo PrevInfad. Prevención en la infancia y adolescencia (PrevInfad). Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)