¿Qué es?
La onfalitis es la infección del ombligo y de los tejidos que lo rodean.
¿Por qué se produce?
En los primeros 2 días de vida, al ombligo del recién nacido llegan microbios que hay en el canal del parto y en las manos de los cuidadores.
A veces estos microorganismos pueden provocar una infección.
Es más probable que ocurra cuando el parto es prolongado o ha tenido lugar en el domicilio. O si ha existido una corioamnionitis (infección del líquido amniótico), una rotura prematura de membranas, o si los cuidados del cordón no han sido adecuados. También es más frecuente en niños con bajo peso al nacer, alteraciones en la inmunidad y si necesitan un catéter umbilical.
¿Cuáles son los síntomas?
Enrojecimiento, edema, secreción y mal olor.
A veces se añade fiebre, irritabilidad, vómitos o afectación del estado general.
¿Es grave?
La mayoría de las veces cursa de forma leve. A veces puede complicarse de forma grave y requerir tratamiento.
Por ello, hay que consultar siempre si aparece enrojecimiento, edema, secreción y mal olor.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es clínico. A veces es necesario tomar una muestra de la secreción del ombligo. Se hará un cultivo para saber qué germen está causando la infección.
Si se sospecha una infección más grave o una complicación, se realizará además una analítica.
¿Cómo se trata?
La cura en seco del cordón (mantenerlo limpio y seco) es lo más adecuado.
En lugares con tasas altas de onfalitis se recomienda un desinfectante (Clorhexidina).
En los casos moderados y graves, se darán antibióticos vía intravenosa. No se recomiendan los antibióticos tópicos porque no está clara su utilidad.
-
Mª Pilar Tortosa Pinto. Pediatra. Centro de Salud de Almuñécar. Almuñécar (Granada)
-
Aida Ruíz López. Pediatra. Hospital Universitario "San Cecilio". Granada