"¿Los niños enferman menos de coronavirus?"

¿Es esto verdad?

La respuesta es que NO.

Enferman de forma similar a los adultos, pero la inmensa mayoría de las veces, serán síntomas leves. Si en adultos el 80% de los casos presentan síntomas leves o moderados, en niños parece que este porcentaje es aún mayor. 

En España, aproximadamente el 12% de los enfermos de COVID son menores de 15 años.

El contagio generalmente se produce en el ámbito familiar o social. Los niños pueden contagiar pero en menor proporción que los adultos, especialmente los más pequeños.

¿Qué síntomas tienen los niños?

Los niños generalmente desarrollan formas de la enfermedad menos graves, con mejor pronóstico. También pueden tener infecciones asintomáticas.

Pueden padecer:

• Síntomas respiratorios: como tos, fiebre, dolor de garganta, mucosidad (tipo catarro o resfriado). Algunos casos pueden tener dolores musculares o dificultad respiratoria.
• Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, disminución del apetito.
• Manifestaciones cutáneas: manchas rojizas o violáceas, erupciones generalizadas, habones y lesiones tipo sabañones en zonas distales (dedos).
• Dolor de cabeza, anosmia (pérdida del olfato), ageusia (pérdida del gusto).
• Síndrome inflamatorio multisistémico: se trata de una respuesta inflamatoria tardía a la infección por SARS-CoV-2. Es una de las formas más graves de la infección en niños. Habitualmente cursa con fiebre alta y síntomas digestivos (sobre todo dolor abdominal intenso). Es poco frecuente.

En comparación con los adultos, los niños ingresan en los hospitales mucho menos que los adultos, debido a una menor frecuencia de enfermedad y a un curso más leve. El riesgo de precisar hospitalización es mayor en niños menores de un año y en aquellos con alguna enfermedad de base.

Según lo que se sabe hasta la fecha, los niños tienen buen pronóstico. Se recuperan en 1-2 semanas en todos aquellos casos leves. Hasta el momento la mortalidad en niños es anecdótica en todo el mundo. Eso no quiere decir que no suceda en el futuro. Todos sabemos que dentro de la población pediátrica tenemos a niños con situaciones delicadas que en estos casos como en otros muchos, se convierten en población muy vulnerable.