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Vértigo en los niños… ¿existe?

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Fecha de publicación: 17-06-2022

El vértigo y los problemas de equilibrio son raros en niños, pero pueden ocurrir. Son difíciles de detectar, sobre todo en los más pequeños. No se piensa ellos y se buscan otras causas.

¿Qué es el vértigo y cómo se presenta en niños?

Se conoce como vértigo la sensación de falta de estabilidad y equilibrio. Podemos notar que damos vueltas, o que las da lo que nos rodea. Se puede tener marcha torpe, que los ojos se muevan con sacudidas rápidas, presentar náuseas, vómitos, palidez y/o sudoración. Los niños pueden no saber decir lo que les pasa, y lo cuentan como mareo. A veces se asustan y no quieren andar. 

Hay que distinguir entre vértigo y otras causas de mareo (no hay giro de objetos) y de los síncopes o lipotimias (pierden la conciencia con desmayo).

Si la causa del vértigo es la afectación del oído interno pueden presentar pérdida de audición o acúfenos (escuchas zumbidos u otros ruidos cuando no los hay).  

¿Por qué se produce?

El equilibrio es un proceso complejo que depende del laberinto del oído interno, de los nervios vestibulares y del cerebro. Estos órganos trabajan juntos para que tengamos una posición erguida. El laberinto es un sensor que detecta la posición del cuerpo respecto al suelo y envía esta información al cerebro por los nervios vestibulares. Si se alteran pueden darse problemas de equilibrio y vértigo.

Las causas más frecuentes de vértigo en niños son por afectación del oído, como la otitis media aguda y la otitis serosa

El vértigo paroxístico benigno infantil es típico de la infancia. Cursa con episodios de vértigo de inicio brusco, que duran pocos minutos y ceden solos. Suele darse entre los 2 y los 5 años, es benigno y se cura en pocos años sin dejar secuelas. Hay niños con esta afección que tendrán migrañas en la adolescencia o en la edad adulta. 

En la neuritis vestibular se inflama el nervio vestibular por una infección viral, sobre todo por catarros. El vértigo se inicia 1-2 semanas después de la infección, y no suele disminuir la audición. Es más habitual en niños mayores.

Otra forma típica en niños mayores es el vértigo posicional paroxístico benigno. En esta, el episodio de vértigo comienza al mover la cabeza (girarse en la cama o agacharse para recoger algo). 

El diagnóstico es clínico A veces hay que hacer pruebas complementarias en la consulta del especialista para saber la causa que lo produce.

¿Cómo se trata?

En caso de pensar que es vértigo hay que consultar al pediatra. Así se podrá confirmar, saber la causa y derivar al hospital cuando sea preciso (neurólogo u otorrinolaringólogo).

Además de tratar la causa que lo produce, hay fármacos para mejoran los síntomas. Se trata con reposo y no girando de forma brusca la cabeza. Algunos de los fármacos que se usan son la difenhidramina (Biodramina®), tietilperazina (Torecan®), sulpiride (Dogmatil®), metoclopramida (Primperan®), ondansetrón (Zofran®)… Deben ser prescritos por un médico y hay que hacer un seguimiento, ya que pueden tener efectos adversos.

¿Cómo evoluciona?

Casi todos los vértigos en los niños van bien y se curan solos. En algunos casos los síntomas vienen y van o duran varias semanas, meses o más.

En resumen

El vértigo es poco frecuente en los niños. Los síntomas pueden ser difíciles de reconocer, sobre todo en los niños pequeños, que pueden contar mareo o estar torpes. Casi todos los vértigos en los niños son benignos y temporales. Hay que consultar con el pediatra para poder orientar la causa e indicar el mejor manejo en cada caso.

Fecha de publicación: 17-06-2022
Autor/es:
  • María Valls Ingla. Pediatra. Centro de Atención Primaria Sant Miquel (Equip d'Atenció Pediàtrica Territorial de Granollers) Barcelona
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