Consiste en alternar frio y calor. Tiene los beneficios de ambos tratamientos
¿Cómo se realiza?
Se debe tener un cubo de agua caliente (entre 38 y 44ºC) y de uno de agua fría (10-20ºC).
Primero se pone la zona a tratar en el agua caliente unos 4 minutos. Después en agua fría 1 minuto. Se va alternando frio y calor durante unos 20-30 minutos.
Cuando no es posible poner la zona a tratar en un cubo se puede realizar con compresas frías y calientes.
¿Qué efectos tiene?
El cambio repetido de frio y calor estimula la circulación. El aumento de riego sanguíneo ayuda a la limpieza de los tejidos y a la disminución de la inflamación. Mejora la rigidez y reduce el dolor.
Los ejercicios se realizan en la fase de calor. Durante la fase de frio, se mantendrá en reposo.
Siempre se empieza con calor y se finaliza con frío, salvo en lesiones crónicas o con mucha rigidez.
Los baños de contraste son muy útiles para la rehabilitación de lesiones deportivas.
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Magdalena Martín-Ibáñez Ferrero. Pediatra. Consultorio Local de Daganzo (EAP Paracuellos). Daganzo de Arriba (Madrid)
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Ricardo Recuero Gonzalo. Pediatra. Consultorio Local de Daganzo (EAP de Paracuellos). Daganzo de Arriba (Madrid)