Nacer prematuramente

Nacer prematuramente significa nacer antes de las 37 semanas de gestación. Se estima que en España los bebés prematuros representan el 7% de los nacidos cada año.

A nivel mundial es la principal causa directa o indirecta de muerte en los niños y niñas menores de 5 años. Tres cuartas partes de estas muertes podrían prevenirse con intervenciones actuales y coestoeficaces, consistentes en ofrecer servicio sanitarios esenciales durante el embarazo, el parto y el periodo postnatal, como lo son, por ejemplo, un seguimiento de calidad prenatal tanto clínico como ecográfico, la inyección de corticoides prenatales, la técnica "madre canguro" y el uso adecuado de antibióticos. Facilitar el acceso a los anticonceptivos y promover el empoderamiento de las mujeres también puede contribuir a disminuir el número de nacimientos prematuros.

En nuestro entorno, los grandes avances en la Neonatología han permitido aumentar de manera increíble la supervivencia, incluso de los más pequeños. Sin embargo hasta el 40% de los bebés prematuros siguen teniendo riesgo de presentar algún tipo de secuela que podria afectar a su calidad de vida y a la de sus familias.

Hoy sabemos que además de unos conocimientos médicos exquisitos y excelentes habilidades técnicas, es indispensable un sistema de cuidados integral centrado en el prematuro y su familia, que pretenda mejorar el desarrollo del recién nacido a través de intervenciones que favorezcan al bebé y a su familia. Por este motivo hoy 17 de Noviembre, Día Mundial de la Prematuridad, nos gustaría concienciar sobre la importancia del entorno y la inclusión de las familias en el proceso de cuidado y desarrollo de estos bebés.

Facilitar la presencia de padres y madres en las unidades neonatales, así como intervenciones que favorezcan el contacto físico y emocional con su bebé, como el piel con piel, la lactancia materna y la participación en los cuidados, han demostrado tener un impacto positivo a corto y largo plazo tanto en los bebés prematuros como en sus familias. Para ello es indispensable que se produzca un cambio de modelo de cuidados neonatales individualizados y centrados en el desarrollo y en las familias, en lugar de en el profesional, que debe ser facilitado por las Instituciones sanitarias, las politicas sociales y los sistemas educativos universitarios y de post-grado. Formar a las familias y a los profesionales y poner los recursos materiales y humanos para que este cambio se produzca, es una necesidad inminente, porque la salud de un 10% de la población mundial y sus familias está en juego, y esto también es un problema de salud pública.   

Para más información pueden consultar las páginas:

- Fundación Europea para el Cuidado del Recién Nacido (EFCNI)

- Organización mundial de la salud. 

Disfruta de este cuento sobre la prematuridad elaborado por la neonatóloga autora de este artículo.