¡Vacuna a tu hij@! ¡No todo es Coronavirus!

Fecha de publicación: 31-05-2020

Una de las consecuencias del confinamiento ha sido las restricciones transitorias en los programas de vacunación. Durante estos meses se han perdido numerosas vacunaciones. Podrían aparecer más casos y brotes de enfermed ades que estaban controladas hasta ahora.

¿Por qué no debemos dejar de vacunar?

Las vacunaciones han demostrado durante años su efectividad en la prevención de enfermedades graves y sus secuelas. El Ministerio de Sanidad estima que evitan unas 1000 muertes cada año en España, y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 2-3 millones en el mundo.

Las vacunas contribuyen de muchas formas a la salud, por ejemplo:

Previenen enfermedades que pueden causar la muerte a un niño o marcar permanentemente su futuro. Las vacunas han estado salvando vidas desde 1798.
Contribuyen a un envejecimiento saludable. Todos merecen la oportunidad de una vida plena.
Previenen varias formas de cáncer (ej. cáncer de cérvix y hepático)
Ayudan a reducir la amenaza de resistencia a los antimicrobianos.

Los padres que tienen acceso a los servicios de vacunación, hoy no tienen por qué preocuparse, sus hijos no padererán enfermedades devastadoras que afectaron a las generaciones pasadas.

¿Cuál es la situación actual tras la pandemia?

La declaración de la pandemia de COVID-19 por la OMS el 11 de marzo de 2020 puso en marcha de medidas para contener la difusión de la infección (medidas higiénicas y distanciamiento social).

El 14 de marzo se declaró el estado de alarma en España que impuso, entre otras medidas, la restricción de los movimientos de la población. Esto tuvo muchas consecuencias sanitarias y sociales. Una de ellas es que la forma de atención sanitaria a la que estábamos acostumbrados hasta ese momento tuvo que cambiar. Se reorganizaron los servicios básicos de salud por distintas razones (reasignación de recursos, problemas de logística y abastecimiento, recomendaciones de aplazamiento de servicios no urgentes, miedo de la población a acudir a los centros sanitarios, etc.).

Una de las consecuencias que tuvo el confinamiento fueron las restricciones transitorias en los programas de vacunación. Durante estos meses se perdieron numerosas vacunaciones de forma general en las distintas comunidades autónomas de España y en los diferentes países del mundo.

Afortunadamente y poco a poco, posteriormente se está recuperando el ritmo normal aunque aún hay que recuperar las tasas que se tenían anteriormente

¿Qué consecuencias puede tener que bajen las tasas de vacunación en nuestra salud?

Al disminuir la administración de vacunas, aumentan las personas susceptibles de padecer las enfermedades para las que protegen. Pueden aparecer más casos y brotes de enfermedades que estaban controladas hasta ahora como sarampión, rubeola, paperas, hepatitis, polio u otras.

No hay que olvidar que los procesos infecciosos pueden surgir en cualquier lugar del mundo y, debido a la globalización, los estilos de vida y los movimientos de las poblaciones, pueden hacer que se extiendan, tenemos ejemplos recientes, al resto del mundo

¿Qué recomiendan los organismos internacionales?

UNICEF y la Oficina Europea de la OMS, en una nota del 20 de abril de 2020, con motivo de la Semana Europea de las Vacunaciones, insistió en la necesidad de que los países mantengan los programas de vacunación infantil y que se recuperasen las vacunaciones perdidas lo antes posible. La OMS, en una nota del 23 de abril de 2020, advirtió de los peligros de la caída de las coberturas vacunales por la interrupción de los servicios básicos de salud, como son las vacunaciones.

En este momento ya no hay limitaciones por lo que se recomienda seguir las pautas y recomendaciones de los calendarios vacunales en vigor en cada país.

¿Y en nuestro país?

Al principio se intentó garantizar la vacunación de los más vulnerables (los más pequeños), de las embarazadas y personas de mayor riesgo, pero las coberturas vacunales generales han sido menores e irregulares. Las recomendaciones oficiales se fueron adaptando a la situación epidemiológica.

En concreto, de acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad sobre coberturas de vacunación en población pediátrica correspondiente a 2020 (aún no definitivos), se observa una disminución en las coberturas de recuerdo de las vacunas de meningococo C de los 12 meses y la dTpa [difteria, tétanos y tosferina] a los seis años, y de ambas dosis de la triple vírica (sarampión, paperas y rubéola). En la actualidad sólo cinco comunidades autónomas cumplen el objetivo de alcanzar coberturas de vacunación del 95% con dos dosis de triple vírica a los 3-4 años de edad, lo cual resulta fundamental para impedir la circulación del virus del sarampión.

En este momento ya se está en situación de recuperar y se está recuperando el nivel de protección que teníamos. Tanto el Ministerio de Sanidad como las diferentes instituciones sanitarias autonómicas han elaborado nuevas recomendaciones para recuperar la normalidad.

¿Y qué decimos los pediatras?

Los pediatras queremos recordar que NO TODO ES CORONAVIRUS. El resto de enfermedades graves y con secuelas de las que las vacunas nos protegen, siguen estando ahí. Estaban controladas en nuestro medio pero no desaparecidas o erradicadas. Y en algunos países más desfavorecidos, continúan siendo un verdadero problema de salud pública.

La revisión del estado de vacunación de los pacientes siempre ha sido una de las prioridades para los pediatras de Atención Primaria.

Os aconsejamos que sigáis los consejos de vuestros pediatras para recuperar las vacunas que se hubieran retrasado a lo largo de estos meses de pandemia o vacunarles de las que les correspondan en cada momento

El CAV AEP (Comité asesor de vacunas) nos recuerda que las vacunas de la covid pueden ponerse en la misma visita que otras vacunas del calendario vacunal del niño y del adolescente. También con la de la gripe o con cualquier otra vacuna que esté indicada.

¿Quiénes tienen que vacunarse?

Debería recuperarse la normalidad vacunal de forma ideal para todos.

¿En esta situación de epidemia, que hay que tener en cuenta?

El Ministerio publicó un documentos de preguntas y respuestas sobre las "vacunaciones sistemáticas durante la pandemia COVID-19" dirigidos a los profesionales sanitarios, padres y madres y población adulta.

Para vuestra tranquilidad os extraemos algunas de las dudas sobre las vacunas y el Coronavirus.

No se conocen contraindicaciones médicas para vacunar a personas que han superado la COVID-19. En principio, no sería necesario esperar un tiempo determinado.
Los contactos estrechos de un caso confirmado podrán vacunarse una vez pasado el periodo de cuarentena sin haber tenido síntomas.
No deben demorarse las vacunas que tienen un plazo corto y definido para su administración (por ejemplo, la vacuna de tosferina en embarazadas en la semana 27-28). Se puede perder la oportunidad de vacunar a tiempo. La vacunación frente a la tosferina (Tdpa) de las embarazadas, no debe demorarse en ningún caso
Los niños, tras una infección aguda por el nuevo coronavirus, una vez que se encuentren clínicamente bien, podrán seguir con las vacunaciones sin que haga falta esperar un tiempo determinado.
Las vacunaciones deberán llevarse a cabo manteniendo los niveles de seguridad habituales. La vacunación frente al rotavirus no debe realizarse en el domicilio por los padres.
Las dudas que tengáis sobre la vacunación covid y otras vacunas las podéis resolver en https://vacunasaep.org/profesionales/noticias/vacuna-covid-adolescentes-preguntas-y-respuestas

Disponéis de los documentos completos y mucha más información en los siguientes enlaces: