Elizabeth Rasekoala, la nigeriana (1960) que ha convertido su titulación en un trampolín para impulsar su activismo contra la discriminación por razones de etnia o sexo y en favor del conocimiento científico.
Durante dos décadas trabajó en el campo de la industria petroquímica en Europa, África y América. Fruto de esta experiencia, "tomó conciencia de la perspectiva masculina, blanca y eurocéntrica que impregnaba el mundo de la ciencia" y que la llevó a implicarse en favor de la diversidad, la inclusión sociocultural y la igualdad de género en la educación STEM
Preside la organización African Gong, una red panafricana que trabaja para fomentar la comunicación de la ciencia como una herramienta de inclusión y de transformación social. Ha impulsado proyectos como Wafira, para el empoderamiento de la mujer en África. Y es asesora de Naciones Unidas, la Comisión Europea, la Unesco o el Banco Africano de Desarrollo.
Se ha dedicado a promover las disciplinas STEM (el acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sobre todo entre las niñas a quienes desde una edad muy temprana, se les inculca que para ser femeninas y gustarles a los chicos no tienen que ser buenas en matemáticas ni ciencias.
"La influencia de un padre empoderando a su hija y animándole a estudiar es definitiva. Siempre nos inculcó desde pequeños la obligación moral de transformar la sociedad. En ese contexto, para mí fue muy natural convertirme en científica y querer usar mi conocimiento para cambiar el mundo. Consideraba que la ciencia era crucial para transformar la sociedad e impulsar los países".
De esto y de muchos más temas nos habla desde una perspectiva diferente Rasekoala, desde un punto de vista de mujer africana para el desarrollo de África.
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Maite de Aranzábal Agudo. Pediatra. Centro de Salud "Lakua-Arriaga". Vitoria-Gasteiz