Las pruebas de la alergia: ¿cuándo se hacen?, ¿en qué consisten?

Las enfermedades alérgicas han ido en aumento en las últimas décadas, es cada vez más frecuente tener personas alérgicas en nuestro entorno. Seguro que conocemos a más de un alérgico o incluso sabemos en primera persona qué es ser alérgico y por tanto hemos oído hablar de las pruebas de alergia que se hacen en la consulta.

¿Pero qué pruebas se realizan en la consulta?

Las pruebas cutáneas o prick test son una de las pruebas alergológicas que más se hacen. El prick test es una prueba rápida, fácil, muy fiable y de bajo coste. Y es muy útil para confirmar una sospecha de alergia.

¿Pero en qué consisten estas pruenas alergológicas denominadas prick test?

La palabra “prick” viene del inglés y quiere decir pinchazo.

El prick test es una prueba que no duele e intenta reproducir lo que pasa en una reacción alérgica. A través de la punción con una lanceta en el antebrazo, se estimulan unas células que estan en la piel, los mastocitos cutáneos. Estos mastocitos liberan varias sustancias, entre ellas la histamina, que es la responsable de producir la pápula en el sitio de la punción.

Procedimiento para realizar el prick test:

	1: Se aplica una gota de alérgeno en la cara anterior del antebrazo.
	2: Luego se HACE una pequeña punción no dolorosa con una lanceta en la piel.
	3: A los pocos minutos el paciente comienza a notar picor en la zona de punción, formándose un pequeño habón en dicha zona. La lectura de la prueba se realiza a los 15-20 minutos.

El prick test se puede realizar con extractos de alérgenos alimentarios, fármacos y también con extractos denominados inhalantes como son los pólenes (gramíneas, olivo…), los ácaros (Dermatophagoides pteronyssinus, D. farinae...), hongos (como la Alternaria), animales (epitelio de gato, epitelio de perro...) y/o el látex. El uso de unos inhalantes u otros será según la zona en donde se viva.

¿A partir de qué edad se puede realizar un prick test?

Si la prueba está indicada, no hay límite de edad para que se pueda hacer.

Se pueden hacer pruebas alérgicas en pacientes de menos de 1 año, en preescolares (niños de 3-5 años) o en niños en edad escolar mayores de 6 años, siempre habrá que valorar el tipo de reacción e individualizar en cada caso y por eso es fundamental que sea el alergólogo quien valore cada caso.

Al contrario de lo que mucha gente cree, no hay un límite de edad para hacer estas pruebas.

¿Qué es el control negativo? ¿Y la histamina?

Hay que usar controles negativos y controles positivos que nos van a ayudar. Sirven para detectar errores en los resultados, es decir, a captar falsos positivos (realmente no son positivos) y positivos con el control negativo (realmente son negativos). Como control negativo se usa el disolvente que se usa para el extracto o bien se puede usar suero fisiológico y no debe producir, pápula ni eritema en la piel. Para el control positivo se utiliza la histamina, que es muy útil para detectar falsos negativos y debe producir pápula y enrojecimiento en la piel.

¿Qué significado tiene un resultado positivo del control negativo?

Este resultado positivo del control negativo puede ser una respuesta exagerada no alérgica de la piel como pasa con el dermografismo.

El dermografismo quiere decir escritura sobre la piel, es una reacción tipo habón transitoria que aparece si se hace una presión o fuerza leve sobre la piel, presentado su misma forma y que pasa en algunas personas.

También se puede dar una positividad del control negativo por una mala técnica del prick, bien por uso de lancetas inadecuadas o por un exceso de presión ejercida por el técnico.

¿Qué significado tiene un resultado negativo del control positivo?

En estos casos tanto la histamina como el resto de pruebas saldrán negativas y pasa en pacientes que están en tratamiento con antihistamínicos, por lo que habrá que repetir las pruebas una vez estén sin medicación.

¿Si las pruebas cutáneas son positivas significa que soy alérgico?

Unas pruebas cutáneas positivas no significan enfermedad. En el caso de que las pruebas cutáneas sean positivas pero el paciente no tenga síntomas con la exposición frente a ese alérgeno, no habrá alergia, sino una sensibilización subclínica, es decir, la persona no es alérgica porque tolera dicho alérgeno pero tiene pruebas positivas frente a ese alérgeno. Esto puede pasar tanto con alérgenos ambientales como con alérgenos alimentarios.

¿Cómo se explica que a una edad se testan unas cosas y a otra edad otras?

Esto se explicaría por la marcha alérgica.

¿Qué es la marcha alérgica?

La marcha alérgica se caracteriza por una progresión de las manifestaciones clínicas en la enfermedad alérgica, empieza con una dermatitis atópica y alergia a alimentos en la infancia temprana y progresa después con la aparición de asma y rinitis alérgica en la edad escolar y en la adolescencia. Por eso a cada edad se harán unos prick u otros, siempre individualizando y por supuesto siempre valoración por parte de un alergólogo.

¿Entonces cuándo estarán indicadas realizar pruebas alergológicas?

Va a ser según el tipo de alergia que se vaya a estudiar, es decir, si el niño tiene 2 meses de vida y lo que se sospecha es una reacción alérgica tras la toma de leche de vaca de la fórmula adaptada, en este caso se deben hacer las pruebas cutáneas frente a leche de vaca, aunque tenga 2 meses de edad.

En cambio para estudiar una alergia a pólenes, ácaros u hongos, se tiende a esperar a los 2-3 años de edad ya que la sensibilización alérgica a estos aeroalérgenos suele ocurrir más tarde, siendo infrecuente en el primer año vida.

El prick test es una prueba rápida, fácil, muy fiable y de bajo coste, que es muy útil para confirmar una sospecha diagnóstica de alergia. No duele. Al contrario de lo que mucha gente cree, no hay un límite de edad para hacer las pruebas alérgicas.

Recursos: 

• Pruebas de alergia, en la web de SEICAP
• Diagnóstico in vivo en la web TengoAlergia

• Asociación Española de Alérgicos a alimentos y látex

• Sociedades Españolas de Inmunología Clínica y Alergia

• Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica