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Fármacos Antiepilépticos

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Fecha de publicación: 22-07-2014

¿Qué son y para qué sirven?

Los fármacos antiepilépticos son un grupo de medicamentos que se usan para tratar la epilepsia. Una crisis epiléptica es un episodio de actividad cerebral anómala que se puede manifestar como alteración del estado de conciencia, trastornos de la vista o el oído, sensaciones extrañas, movimientos anormales o convulsiones.

El mecanismo de acción es propio de cada antiepiléptico. Suelen actuar reduciendo la actividad eléctrica anormal del cerebro y aumentando la cantidad de unas sustancias químicas naturales, que se llaman neurotransmisores.

Cada tipo de crisis epiléptica se trata con un medicamento diferente. A veces hace falta asociar más de uno para que cedan las crisis. Los que más se usan son:

  • Ácido valproico
  • Carbamacepina
  • Oxcarbamacepina
  • Topiramato
  • Lamotrigina
  • Vigabatrina
  • Levetiracetam...

También hay que nombrar el Diacepam, que se usa por vía rectal y el Midazolam, que se usa por vía bucal, para tratar las crisis convulsivas febriles.

¿Cómo se usan?

Los antiepilépticos se toman por vía oral, dos o tres veces al día, mejor siempre a la misma hora. Se presentan como jarabe, sobres, comprimidos y cápsulas. Es mejor hacerlo con las comidas para disminuir las molestias de estómago.

Si se olvida una dosis, hay que tomarla tan pronto como se recuerde. Pero si es casi la hora de la dosis siguiente, se deja pasar la dosis olvidada y se continúa con el horario normal. No hay que tomar dosis doble para compensar.

Al empezar el tratamiento, se inicia con dosis bajas, que se van aumentando de forma gradual.

El tratamiento con antiepilépticos se mantiene durante años. En algunos niños puede suspenderse cuando desaparecen las crisis, solo si su médico lo cree conveniente. Cuando se retira el medicamento, también se hace poco a poco.

¿Qué problemas pueden producir?

Los efectos secundarios más habituales de los antiepilépticos son:

  • somnolencia
  • mareo e inestabilidad
  • dolor de cabeza
  • náuseas y vómitos
  • diarrea o estreñimiento
  • cambios en el apetito
  • dolor de espalda
  • agitación
  • cambios en el estado de ánimo
  • pensamientos anormales
  • temblor incontrolable
  • pérdida de la coordinación
  • visión borrosa o doble
  • problemas de memoria
  • dificultad para concentrarse

Por su gravedad, hay que estar atentos a la aparición de los siguientes síntomas y consultar con urgencia:

  • sangrado o moratones inexplicables
  • dificultad para respirar o tragar
  • disminución de la temperatura corporal
  • confusión
  • urticaria
  • dolor en el pecho
  • cansancio excesivo
  • ideas suicidas

¿Qué precauciones debo tener?

Antes de empezar con el tratamiento, es muy importante informar al médico de las enfermedades previas del niño. Algunas de ellas obligan a tomar especiales precauciones con las dosis de los antiepilépticos o pueden desaconsejar la toma de alguno de ellos:

  • alergias a medicamentos
  • enfermedades cardiacas
  • glaucoma
  • problemas psiquiátricos
  • enfermedades renales
  • enfermedades hepáticas
  • alteraciones del tiroides…

El médico también ha de saber todo lo que el niño está tomando: medicamentos con y sin receta médica, vitaminas, suplementos nutricionales... Las interacciones entre los antiepilépticos y otras sustancias son frecuentes y pueden modificar el efecto terapéutico y las reacciones adversas.

Durante el tratamiento, las consultas de seguimiento permiten comprobar los efectos beneficiosos del fármaco así como detectar los no deseados. Sobre todo al inicio del mismo, se vigilará la cifra de células de la sangre, el funcionamiento del hígado y el riñón, así como el nivel del medicamento en la sangre.

Se debe tomar el fármaco siempre a la misma hora y no interrumpir de forma brusca su administración, porque puede aumentar la frecuencia de las crisis epilépticas.

Los antiepilépticos pueden dar somnolencia. Esto se debe tener en cuenta en actividades que supongan riesgo (natación, conducción de vehículos, manejo de máquinas…). El consumo de alcohol aumenta la somnolencia, por lo que se debe evitar.

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: 

Fecha de publicación: 22-07-2014
Última fecha de actualización: 15-12-2019
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