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¿Por qué no tiramos al bebé a la basura? Los celos: un sentimiento natural

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Fecha de publicación: 28-09-2011

Los celos son emociones complejas formadas por miedo, tristeza, rabia y autocrítica, que los niños pueden sentir cuando nace otro hermano. El "príncipe destronado", además de una novela de Miguel Delibes, es el calificativo de aquel niño que, en un momento dado de su vida, deja de ser el centro de atención de sus padres. 

Ahora bien, ¿hay algo más natural que la pasión que siente un niño por sus padres? ¿Algo más desconcertante para él que tener que compartir ese amor con otros? ¿Algo más comprensible que el miedo, por ejemplo, a ser menos querido ante el nacimiento de un hermano? Estos sentimientos son legítimos. Ninguno de nosotros puede negarlos.

La llegada del nuevo hermano resulta estresante para el niño. Lo vive con ansiedad, desánimo y puede que, con sensación de abandono. Los celos son consecuencia de la percepción que tiene (o el miedo) de la falta de atención a sus necesidades. El niño sufre cuando se da cuenta que ha perdido la exclusividad.

Para poder experimentarlos, el niño tiene que tener un vínculo con una figura paterna y expectativas con respecto al tipo de relación que le parece debe tener con sus padres. Los celos forman parte del desarrollo normal de niños entre 12-24 meses.

¿Qué influye en la aparición de los celos?

1. Factores predisponentes

  • Edad: Los celos son más frecuentes entre los 2 y los 4 años. A esta edad el niño aún depende mucho de su madre y el vínculo se altera con mayor facilidad cuando llega el “intruso”.
  • Diferencia de edad entre hermanos: Cuando los hermanos se llevan más de 3 años, es más difícil que tengan celos. El mayor ha alcanzado cierta independencia y no ve al pequeño como un rival directo.
  • Composición familiar: En los nuevos tipos de familias (padres separados, divorciados o monoparentales), si el padre/madre prefiere a uno de los hermanos, pueden aumentar los celos.
  • Relación entre los hermanos: En cuanto a los hermanos, el hijo mayor es el que sufre con mayor impacto un nuevo nacimiento. Hasta ese momento acaparaba todo el cariño y atención y ahora tiene que compartirlos.
  • Temperamento: Si el niño necesita recibir con prontitud la atención de los padres, tolerará de mala gana las inevitables demoras que se producen al tener que atender al bebé. En este momento, se acentúa lo que se conoce como baja tolerancia a la frustración. Reclamará mediante rabietas u otras manifestaciones la atención inmediata.
  • Relación madre-hijo previa al nacimiento: Si existe enfrentamiento por excesivas prohibiciones y limitaciones, es más probable que la relación entre hermanos sea conflictiva.
  • Estado emocional de la madre: Como es normal, una madre triste, irritable, cansada o deprimida después del parto, le costará más contener los celos de uno y las necesidades del pequeño.
  • Tipos de apegos o vínculos: la inexistencia de vínculos seguros facilita la aparición de los celos

2. Factores desencadenantes

El principal es el nacimiento del hermano. Cambia el tipo de interacción y comunicación con los padres y, a veces, altera el ambiente familiar.

3. Factores de mantenimiento

  • No hay que comparar entre hermanos. Siempre sale perdiendo alguien. El niño se siente a menudo despreciado respecto a su hermano, que, además de ser más pequeño, lo hace mejor.
  • Incremento de órdenes y exigencias. Resulta raro para el niño que de pronto se le pida que haga cosas que antes no tenía que hacer.
  • Dar excesiva atención al hermano menor por padres y familiares.
  • Ser hermanos del mismo sexo.
  • Excesiva intervención de los padres en la resolución de los conflictos.

También puedes ver y escuchar el contenido de este artículo en el siguiente VÍDEO, explicado por el propio autor.

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: 

Fecha de publicación: 28-09-2011
Última fecha de actualización: 12-09-2016
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