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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

Caries en los dientes de leche

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Fecha de publicación: 14-10-2013

Mucha gente piensa que la caries es un simple agujero en el diente y que se cura cuando se empasta. Y que si es un diente de leche el que tiene caries, no pasa nada, porque se le caerá y le saldrá otro. Pero esto no es así, ¿por qué? 

¿Qué problemas dan? 

La caries es tan frecuente que afecta a la mayor parte de las personas a lo largo de su vida y, por regla general, empieza en la infancia.

Todos sabemos el dolor que puede causar una caries. Hace que cueste masticar. Por eso, los niños con caries comen peor y pueden crecer menos.

Una caries es un foco de infección que puede destruir el diente donde está. Y esa infección puede ir más allá, lesionar a otros dientes de leche y a los dientes definitivos que están en la encía.

Además, los dientes de leche guardan el espacio para que los definitivos salgan bien. Por eso, si se pierden podrá haber luego maloclusión y necesitar ortodoncia.

¿Qué es la caries?

La caries es una infección de los dientes. En la boca, hay bacterias; algunas de ellas, como Streptococcus mutans, usan los azúcares de la comida para producir ácidos. Estos ácidos van corroyendo el diente, primero el esmalte y luego las capas más profundas (la dentina y la pulpa). Para compensar, la saliva y el flúor van remineralizando el diente. Del equilibrio entre el ataque ácido por una parte y la capacidad de remineralización por otra, dependerá que se erosione el diente y aparezca la caries.

Así, los factores que intervienen en la caries son:

  • La composición de la flora bacteriana de la boca; si hay muchas bacterias cariógenas, habrá más caries.
  • El tiempo de contacto de los azúcares con los dientes.
  • La fortaleza del esmalte, y su capacidad para remineralizarse.

¿Cómo sé si me bebé tiene caries?

El pediatra lo mira en la consulta. Si sospecha que tiene caries o que tiene mucho riesgo, dará consejos o le enviará al odontopediatra.

Al inicio la caries solo está en el esmalte y no duele. Se ve como una mancha blanca sin brillo. En esta fase, para que se cure, basta con limpiar bien los dientes, quitar la placa dental y que el dentista le haga un tratamiento con flúor.

Luego la mancha se hace más oscura y aparece el agujero, que cada vez es más profundo hasta llegar a la dentina y a la pulpa. Entonces da dolor y va destruyendo el diente. La infección puede producir un flemón y afectar al diente definitivo que crece debajo.

La caries es más frecuente en las muelas (molares), que son las que mastican y tienen recovecos. Ahí suelen quedar restos de alimentos que usan las bacterias para producir ácidos. 

Un caso especial es la “caries del biberón” que afecta sobre todo a los incisivos superiores y a los primeros molares. Puede ser muy agresiva y llegar a destruirlos. Se llama así porque suele darse en bebés que se duermen con el biberón en la boca, sobre todo si lleva zumos u otros líquidos azucarados. También puede darse en los bebés que ya tienen dientes y se quedan dormidos tomando el pecho. Porque la leche, incluso la materna, si está mucho tiempo en contacto con los dientes facilita que las bacterias de la boca produzcan ácido. 

¿Cómo puedo evitar que mi bebé tenga caries?

Prevenir la caries es sencillo:

  • Evita pasarle la flora bacteriana cariógena. Los cuidadores, sobre todo la madre, son quienes le pasan su flora. Por ello, deben cuidar su propia boca, desde el embarazo y también después. Hay que evitar las acciones que facilitan este paso (chupar el chupete, biberón o cuchara del bebé, soplar su comida para enfriarla…).
  • Limpia las encías con una gasa con agua desde los primeros meses de vida, antes de que salga el primer diente. Limpiar o cepillar los dientes desde que sale el primero;  con un barrillo de pasta dental fluorada Iinfantil (de 1000 ppm de flúor) y a partir de los 3 años con una cantidad similar a un guisante. 
  • Se deben lavar al menos 2 veces al día, después del desayuno y antes de irse a la cama y, si es posible, tras cada toma de alimento. Aunque quiera hacerlo solito, siempre debes ayudarle, al menos hasta más o menos los 8 años de edad.
  • No pongas azúcares en el chupete ni en el biberón. Intenta que el bebé no se duerma succionando el pecho o el biberón. Cuando ya tome otros alimentos, el agua debe ser la bebida principal. No se recomienda tomar ni zumos ni refrescos, sobre todo entre horas.
  •  Y recuerda que contáis con la ayuda de vuestro pediatra y odontólogo para el cuidado de los dientes de vuestro bebé en todas y cada una de las etapas de su desarrollo.

Más información...

Descárgate la presentación con los PUNTOS CLAVE: 

Fecha de publicación: 14-10-2013
Última fecha de actualización: 30-01-2021
Autor/es:

Música Podcast: Oprachina – Porta D’Arce (Disco: The jazz farm). Artista: Oprachina (Fuente: www.jamendo.com). Voz: Rafael López García
Esta narración de audio fue creada a partir de una versión específica de este artículo y no refleja las posibles ediciones subsecuentes.