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Padres y pediatras
al cuidado de la infancia y la adolescencia

El primer beso

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Fecha de publicación: 31-01-2018

Aflora un halo de luz en medio de la oscuridad.

Un nuevo latido amanece por el horizonte,

desplegando a la vida sus pulmones,

preparándose para empezar a volar

Se llena del aire que a partir de ahora va a respirar,

en silencio, con ternura, calidez, alegría.

Los labios de la madre acarician la nueva vida.

Dos latidos, dos respirar, un amor, un silencio…

El clímax del deseo, es El primer beso.

 

La maternidad

se hace así realidad,

Madre e hijo,

crean cobijo,

 

Se conocen, se miran, se sienten,

culminando con el primer beso,

un segundo para la eternidad

olvidar ya nadie puede.

 

Grabado para la eternidad,

El primer beso de amor verdadero,

El amor de la maternidad,

El vínculo de amor materno.

 

Una madre es una madre

Y un hijo es un hijo

De Etiopía a Senegal,

de Japón a Portugal,

de oriente a occidente

de norte a sur

a los cuatro vientos

 

Una joven mujer obligada a ser heroína

Y jugarse en el parto la vida

Cuando solo quiere ser madre

Y vivir amable

 

La madre cierra sus ojos

Para ver mejor a su hijo y sentir

Ser Querido, verdadero tesoro,

Lo esencial se ve mejor así

 

Es el primer beso

De amor verdadero

 

Sin embargo, en la Etiopía rural este primer beso no siempre llega. En demasiadas ocasiones, el nuevo ser no llega nunca a desplegar sus pulmones, en otras, es la madre quien deja de latir durante el parto.

La mayor parte de veces se puede evitar:

  • Con un correcto seguimiento del embarazo  detectando a tiempo el riesgo.
  • Con un parto en los centros de salud por personal cualificado.
  • Con una correcta reanimación neonatal ayudando a respirar a tiempo.

Ayúdanos a conseguir que todas las madres puedan dar este primer beso...

Una joven niña acaba de nacer, lloran llenando sus pulmones, no tiene nombre, no tiene madre. Meseret, la madre, acaba de morir desangrada en el parto. La joven niña no ha recibido el primer beso.

Se podía haber evitado:

- Si Meseret hubiese tenido acceso a la escuela. Hubiese aprendido los métodos de planificación familiar, estudiar una profesión, como su amiga Natsanet que está estudiando enfermería.

- Si hubiese realizado un seguimiento del embarazo se hubiese detectado a tiempo su desnutrición y anemia, habiendo recibido suplementos nutricionales con ácido fólico y hierro y un correcto seguimiento del embarazo.

- Si hubiese acudido al hospital en el momento del parto, se hubiese podido practicar una cesárea antes de que se produjese una ruptura uterina pudiendo salvar así su vida. Disminuyendo así la elevada mortalidad materna y el número de niñas y niños que son huérfanos de nacimiento, víctimas vulnerables de la pobreza.

- Si el personal de los centros de salud estuviese bien formado en las maniobras básicas de reanimación neonatal, muchos niños y niñas que nacen sin respirar, sobrevivirían y podrían llevar una vida completamente normal, disminuyendo así la elevada mortalidad perinatal.

¡Por un año con cero niñas huérfanas, juntos lo podemos conseguir!

¡Que todas puedan disfrutar de la magia del primer beso!

Enlace: CERO NIÑAS HUÉRFANAS: Empoderando a las mujeres rurales en Etiopía

Fuente: El primer beso

Publicado por Iñaki Alegría Coll. Blog Cooperación con AlegríaONG Alegría Sin Fronteras (ASF)
Fecha de publicación: 1 de enero de 2018

Fecha de publicación: 31-01-2018
Autor/es:
  • Iñaki Alegría Coll. Pediatra. ONG Alegría Sin Fronteras y Fundación 'Pablo Horstmann'. Hospital Rural de Gambo y Clínica Pediátrica de Meki. Etiopía