Laringitis
¿Qué es la laringitis?
Es una inflamación de la laringe. Casi siempre debida a un virus.
Suelen ser cuadros leves que mejoran con rapidez. En algunos niños se pueden repetir más de una vez.
¿Qué síntomas tiene?
Puede dar tos, voz ronca, afonía. Casi siempre cuando el niño respira tiene un sonido característico, que se llama “estridor laríngeo”.
La laringitis suele empeorar por la noche. El niño se acuesta bien y, de pronto, se despierta con tos perruna y dificultad para respirar. El niño se encuentra bien durante el día, pero puede empeorar de nuevo la noche siguiente.
¿Cuál es la evolución habitual?
Lo más probable es que la tos desaparezca en un par de días. Pero algunos niños siguen tosiendo hasta 7 días. Muchas veces la tos se quita tan rápido como comenzó. En algunos casos va seguida de tos blanda y mocos.
¿Qué puede hacer en casa para que su hijo esté más cómodo?
Si tiene fiebre o dolor de garganta, puede darle paracetamol o ibuprofeno, a las dosis recomendadas por su pediatra.
Ofrecer líquidos frescos.
Si empieza a tener el "estridor" puede ser útil abrir la ventana del dormitorio para que respire aire frío durante 5-10 minutos.
Le viene mal el ambiente seco en la casa. El aire húmedo hace que los mocos sean menos espesos y le da una sensación de confort al niño.
Lo más importante: si su hijo está molesto hay que calmarle y hablarle de forma tranquila y en voz baja. El ambiente tranquilo y la calma le ayudarán a disminuir los problemas para respirar.
¿Qué remedios no son útiles?
No es bueno poner collarines de agua y alcohol. No hacen efecto y pueden irritar la piel.
No hay que tomar antibiótico.
No se pone supositorios ni se toman jarabes para la tos.
Evitar vapores de eucalipto, mentol u otros olores fuertes.
¿Cuándo debe acudir a un servicio de urgencias?
Lo más importante es vigilar si el niño tiene dificultad para respirar. Por eso, de vez en cuando, hay que ver y escuchar su respiración con el pecho desnudo. Deberá acudir a urgencias si:
El “estridor” se oye todo el tiempo, aunque el niño esté tranquilo, no solo cuando está a disgusto o llorando.
Al respirar se hunde el tórax entre las costillas o el hueco que hay debajo de la nuez. Respira cada vez más deprisa, mueve mucho el abdomen, se le hunde el pecho o estira el cuello.
Está somnoliento o muy irritable.
Tiene color azulado de cara o labios (cianosis).
Tiene dificultad para tragar o babea mucho.
Más información
- Laringitis. En MedlinePlus enciclopedia médica.
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Olga Cortés Rico. Pediatra. Centro de Salud "Canillejas". Madrid
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Pilar Sánchez Reche. MIR de Pediatría. Hospital "Ramón y Cajal". Madrid
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Jose Luis Montón Álvarez. Pediatra. Actualmente jubilado
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Grupo de Vías Respiratorias. AEPap.